La quinta edición del certamen de folklore de Fuentesaúco "Fini el Barrito" cumplió las expectativas con un espectáculo de un elevado nivel musical. Por la mañana los grupos participantes se sumaron a un pasacalles para ir caldeando el ambiente. Y tras un copioso cocido, como mandan los cánones en tierra de tan afamado garbanzo, dio comienzo el certamen en el Teatro municipal.

Sobre las tablas del escenario desfilaron músicos y grupos de danza en una festiva tarde que giró en torno a la música tradicional. Se iniciaba el certamen de manera original ya que en esta edición los organizadores decidieron trasladar la inauguración al interior del teatro y para ello se contó con grupo de baile saucano integrado por una jovencísimas danzantes acompañadas musicalmente por los propios Dulzaineros de Fuentesaúco, organizadores del certamen que eligieron temas tradicionales y muy conocidos como "la danza de los labradores".

Entre los grupos invitados estuvo un trío de dulzaineros vallisoletanos acompañados por dos danzantes que ofrecieron una variada muestra de baile como un saludo tradicional interpretado por un único danzarín y varias piezas ejecutadas muy plásticamente a dúo. La representación continúo con la Coral Saucano Guareña que sorprendió al público con una fantástica versión del famoso tema de la serie de dibujos animados Don Quijote. Además, como dejó constancia el director de la coral, Daniel Pascual, este original y atrevido tema era una pequeña contribución de la coral al año Cervantes que se está celebrando. Concluyó la coral con otra originalidad y otro hallazgo, una canción de origen sefardí que fue muy aplaudida por el público.

Homenaje a "Pichirichi"

El potencial folklórico de la comarca quedó de manifiesto en el variado repertorio y número de intérpretes y estilos que ofreció la Escuela de Folklore de la Guareña, que no defraudó en un certamen que siempre les permite expresar sus aprendizajes musicales. La potencialidad de esta escuela quedó de manifestó cuando en un acto simbólico el maestro de ceremonias, Sergio Iglesias, hizo entrega de una camiseta de los Dulzaineros de Fuentesaúco a uno de los más avezados alumnos de apenas 13 años, Mario Andrés, que de esta manera queda integrado en el grupo. Los más jóvenes de La Escuela fueron muy aplaudidos por la excelente interpretación de los diferentes temas que tocaron y cabe destacar la intervención de un grupo de castañuelas que acompañadas de flauta y tamboril que hicieron las delicias del público son su interpretación de la "Loba Parda". En el turno de los bailes tradicionales de nuevo la escuela de folklore local dejó su sello. Tanto el grupo de niñas como de mayores llenaron de alegría el escenario con el colorido de sus trajes tradicionales y con los diferentes ritmos al son de la dulzaina y el tamboril, destacando la interpretación de "El Renque" con acompañamiento de panderos y coro.

El nivel musical continuó y subió varios escalones cuando le llegó el turno al grupo de dulzaineros llegados desde El Escorial que hicieron vibrar al público por su virtuosismo lleno de matices con la dulzaina y que llevó a un público entusiasmado a pedir un bis. Un grupo venido desde Valencia, Dulzainers y Tabaleters Som de Trac, puso la nota exótica y encandiló al público con temas muy diferentes pero sobre todo destacó la interpretación de la popular "Valencia" que puso al público en pie.

El certamen puso su nota emotiva con un homenaje al Señor Ignacio, "Pichirichi", un octogenario amante de la música y de la canción popular y tradicional y que emocionado sacó suficientes fuerzas para cantar el popular "Relicario" haciendo gala no sólo de su portentosa memoria sino también de una voz todavía capaz de entonar musicalmente tan exigente tema.

Tampoco faltaron palabras de recuerdo para uno de los creadores de este certamen, conocido popularmente por Juaneque, que por motivos de salud no pudo estar presente pero al que el público dedicó un caluroso aplauso, que emocionó a su hijo, maestro de ceremonias del certamen. Tras el evento, el numeroso público acompañó a los músicos que de manera conjunta protagonizaron un pasacalles hasta el local social del Charaíz donde todo el mundo fue agasajado con un refresco y un aperitivo.