21 días de incubación, es lo que necesitan los huevos de las gallinas para que vea la luz el pollito. Y durante este periodo los escolares de Moraleja del Vino están siguiendo todo el proceso gracias a la colaboración de una tienda de animales El Gallo Kiriko que ha prestado al centro una incubadora donde se va desarrollando el embrión hasta estar completa la formación del ave.

Ayer, con un ovoscopio y con la luz apagada los pequeños pudieron ver parte del esqueleto, todavía muy incipiente, en compañía del director del colegio, Ramón Vázquez y Paco Pepe, el impulsor de este experimento. Concretamente era el día 6 de incubación, con lo cual hasta dentro de 15 días no estará completado el esqueleto y los órganos antes de verlo salir rompiendo el cascarón del huevo. Durante la incubación los alumnos están realizando actividades complementarias sobre el tema con el objetivo de afianzar conocimientos y disfrutar de un estimulante experimento.

Ha sido Domingo un paisano de Moraleja del Vino quien les ha proporcionado los 9 huevos de la raza Leghorn que están en periodo de incubación siguiendo diferentes pautas de temperatura y humedad que proporciona la propia incubadora además de voltear los huevos todos los días. Cuando faltan 3 días para la eclosión los huevos se dejan de voltear pasando a la bandeja inferior de la incubadora y es en esa bandeja donde nacerán. En esos últimos tres días no es aconsejable abrir la incubadora para que la humedad no desaparezca.