Arropada por los feligreses y por el verdor que viste en estas fechas primaverales el cañón del Forcadura, la Virgen de Gracias procesionó desde su ermita, en el barrio Alto de Vigo de Sanabria, hasta el templo parroquial en el barrio Bajo, para poner punto final a la festividad.

Lo hizo con las canciones dedicadas a la patrona entonadas por los devotos y seguidores de la imagen, algunos venidos desde otros puntos de destino para participar y disfrutar del festejo local.

El acto principal comenzaba a la una de la tarde en una ermita repleta de asistentes, que participaron en la misa concelebrada por el sacerdote Luis Zurrón, el párroco Miguel Ángel Orduña, y el párroco de Trefacio Juan Manuel Vime.

El cañón del Forcadura tributó ayer el mejor paisaje y fue una jornada soleada, llegada tras una primavera cargada de agua que regaló el verde y la floración de los campos para enmarcar una procesión lucida y sentida.

Una cierta brisa del viento puso a prueba la pericia de los cargadores de los pendones, que bregaron para sortear sin incidencias los innumerables cables del alumbrado que ocupan los vuelos del callejero y serpentean por la vía principal del pueblo. Algunas personas optaron por lucir vistosos trajes típicos o regionales, elevando así la estética del desfile religioso. Y como la calle céntrica acogía el paso de la virgen engalanada, los vecinos adornaron sus balcones con mantones y colchas de gala.

El vecindario compartió en buena sintonía una merienda popular a base de pulpo, para reponer fuerzas tras el campeonato de bolos tradicionales. La música de Disco Móvil cerró el capítulo de sonido de un fin de semana de verbena donde han actuado el grupo Nipels, la orquesta Horus y los DJ de la discoteca móvil. Vigo de Sanabria fue ayer un pueblo hermanado y orgulloso de mantener en un buen tono la identidad.

El joven David Pedrero recitó la Loya ante la imagen, la víspera del traslado de la talla a la parroquia, mientras que las jóvenes Julia Vega, Conchi del Estal, Elvira Zurrón y Celia Prieto entonaron el Ramo.

Ponen así de relieve una tradición gratamente interiorizada por todos los vigueses, conservada en el transcurso de los años y que convive con las nuevas actividades como la concentración de peñas para abrir las fiestas y las orquestas nocturnas.

La Comisión de Festejos propició que ni un solo vecino quedara sin entretenimiento, desde la actuación de magia, del mago sanabrés Ces, la proyección de las fiestas que se remontan al siglo pasado. No faltaron las actuaciones de música popular de Sanabria con el grupo de Folklore de Puebla y los músicos de Atrapallada. Vigo de Sanabria ofreció ayer una imagen envidiable en no pocos pueblos de la comarca donde los grandes pendones recorriendo las calles son ya historia.