Numerosos pueblos de la provincia de Zamora han celebrado este fin de semana la festividad de San Isidro. La talla del santo ha sido descendida de los pedestales y procesionado por los campos, arropada por los devotos, para bendecirlos y procurar un año de cultivos feraces.

Una de las celebraciones más concurridas tuvo lugar en Monfarracinos, contando con la presencia de la presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín Pozo, y la música de la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo del Perdón. Esta localidad celebró al patrón de los agricultores con diferentes actos a lo largo de todo el fin de semana. Todos los pueblos de la Tierra del Pan festejaron el día de San Isidro, como Aspariegos, donde acudió el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro. Destaca también la procesión de Manganeses de la Lampreana, donde sacan a San Isidro en una vistosa carroza tirada por un tractor.

Mombuey homenajeó a San Isidro con una misa y una procesión que salió extramuros del templo para bendecir un campo exultante de verdor. La celebración de este año tuvo una especial dedicación a las personas que donaron la imagen hacia el año 1957: los hermanos Vicente, Alberto y Ángel Álvarez. La imagen de San Isidro estrenaba galas tras su restauración para componer los dedos dañados de una mano y la pintura de la pequeña estatua. La humedad que se condensa en el oratorio puede ser la causa del deterioro de la capa de color que adorna la imagen.

La comarca del Vino celebró ayer la festividad oficial de San Isidro, si bien en algunas localidades como Villalazán adelantaron los actos con las vísperas, cuando el mayordomo de 85 años, José Perero, convidó a los hermanos a una merienda. Una cita gastronómica que continuaba ayer, ya en un restaurante de la localidad, mientras que por la tarde se llevaba a cabo la novena, el rosario y la bendición de los campos con la que se clausuraba una jornada en la que disfrutaba de fiesta local otras localidades como Corrales, este año con mayor presencia de gente al caer el domingo. Con la misa y la procesión, a partir de la una de la tarde, comenzaba la fiesta en esta localidad a la que seguía el baile y la merienda popular en el Plantío.Otros pueblos de la comarca, caso de Arcenillas, Morales del Vino, Villaralbo o Moraleja, festejaban ayer al santo con actos similares si bien los sacerdotes eran los más atareados, al tener que acudir a varias localidades a dar misa lo que hacía que las procesiones fueran de corto recorrido.

Cuentan los fieles que era en el siglo XIII cuando se rogaba a Isidro como mediador para obtener lluvias en primavera. Estas lluvias, si se producían, eran benficiosas para las actividades agrícolas. Las rogativas eran habituales, y se propagaban con el objeto de provocar las lluvias en Castilla la Nueva con clima seco donde peligran frecuentemente las cosechas. La pérdida de una cosecha suponía hambre y penurias. Este deseo provocó su popularidad en los primeros siglos, acentuando su carácter de santo agricultor. Esta mediación hizo que su leyenda se fuese propagando a lo largo de los pueblos a través de la geografía peninsular.

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