La presencia de un cuidador evitó ayer un disgusto de mayores consecuencias en un rebaño de ovejas de Gáname, atacado por el lobo a pleno día, hacia las 12.30 horas del mediodía. Aún así el cánido acabó con la vida de una oveja, pero en cuanto el padre del ganadero, que en ese momento cuidaba del rebaño, se percató de un movimiento sospechoso de los animales, acudió hasta el rebaño y el lobo salió por patas.

El rebaño pastaba en un zona lindando con la dehesa de La Albañeza, a unos cuatro kilómetros de Gáname y la presencia del cuidador evitó males mayores en un pueblo donde han proliferado los ataques de lobo a explotaciones, algunas de las cuales han sufrido dos ataques en el periodo de cuatro días.

Los ganaderos vienen reclamando un control del depredador en la comarca de Sayago, donde por su situación al sur del Duero el lobo está protegido y no es especie cinegética. Aún así recientemente la Junta ha abatido un animal con las debidas autorizaciones.