La población de Pinilla de Fermoselle celebró ayer la tradicional romería de San Miguel Arcángel con el tradicional acompañamiento de parte de la Asociación de Tamborileros Juan de la Encina, de Fermoselle, que ambientó con su folclore el devoto y campero festejo. Los romeros recorrieron en procesión el trecho que separa la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carrasco, ubicada en la plaza de pueblo, y la ermita de San Miguel Arcángel. Este templo está emplazado en un cerro tan panorámico del Parque Natural de Arribes del Duero que antaño acogió el asiento de una caseta de carabineros desde donde la guardia civil avizoraba el movimiento del contrabando. "Nuestro San Miguel Bendito, contento puedes estar porque te hicieron la ermita encima de un peñascal" expresa el cantar a San Miguel.

La romería fue adelantada una semana para favorecer la presencia de residentes que aprovechan el puente del Primero de Mayo para disfrutar del pueblo, y para no coincidir con una boda, en cuyo enlace hay parientes de Pinilla, que pudieran dejar en cuadro la romería y el potencial de portadores de estandartes e imágenes.

Los devotos partieron de la iglesia pasadas las 11.00 horas portando a Nuestra Señora del Rosario y a San Miguel Arcángel, engalanados ambas tallas con plantas y flores naturales. Como ya viene siendo habitual, el gran pendón quedó clavado y solitario en la plaza porque ya no hay quien cargue con semejante peso monte a través, y con el viento azotando además el gran año. Un fogonero soltaba de vez en cuando un cohete para evidenciar que Pinilla vivía momentos especiales.

Esta romería tiene el encanto de que la procesión discurre por un camino que serpentea unos parajes embellecidos en estas fechas por una naturaleza floreada. Turnándose en la toma de las andas, el vecindario llegó a la ermita y, tras la vuelta de rigor, introdujo las imágenes en el templo y procedió a la celebración religiosa, a cargo del sacerdote don Isaac. Seguidamente, los romeros compartieron un fraternal y bien regalado aperitivo integrado por hornazos, bollos preñaos, periquillos y bebida en consonancia. El día soleado y las agradables temperaturas favorecieron en la mañana de ayer la celebración de San Miguel Arcángel, en la que tomó parte toda la población con capacidad para recorrer el camino que separa ambos templos. La festividad siguió su curso, por la tarde, con juegos apropiados para el sector infantil y, a continuación, con los bailes regionales en los que tomaron parte todas las personas con energías para danzar al son impuesto por los tamborileros fermosellanos. La jornada culminó con la verbena popular, organizada en la plaza, a cargo de la orquesta "Materia Prima".