Las iglesias de Requejo y Barrio de Lomba junto con las ermitas de Santa Colomba de Sanabria, San Miguel de Lomba y Riego de Lomba se suman a la ya extensa lista de templos asaltados en la comarca de Sanabria y Carballeda, y que también tienen su extensión en las numerosas iglesias parroquiales y emitas asaltadas en la comarca de Aliste.

Los robos se debieron producir durante la noche del miércoles al jueves cuando los vecinos descubrieron la puerta de la iglesia inusualmente abierta.

A lo largo del viernes la policía Judicial de la Guardia Civil tomó huellas en los templos asaltados. En todos los casos el sistema de operar es similar, forzaron las cerraduras y tras romper los limosneros y cepillos se dirigieron a la sacristía para revolver los cajones y sacar su contenido. En el interior de los templos no se echa en falta de momento objeto alguno de valor.

Poco o nada se llevaron de las iglesias porque prácticamente todos los cepillos se vacían todas las semanas desde que fue en aumento en robo en las iglesias, como señalaba el párroco de la mayor parte de estas iglesias, Samuel Pérez.

Los objetos del culto y las tallas de madera están catalogadas y no es fácil su venta, porque en el momento que una de estas piezas inventariada sala a la luz se da con los autores de los robos, precisaba el párroco. De ahí que el interés de los asaltantes de los templos sea el dinero en metálico. "No es lo mismo llevarse el dinero que una imagen", no ya por el valor económico sino afectivo para los propios vecinos de los pueblos porque "aunque haya medios con los que hacer la misma figura, ya no es lo mismo".

Para robar el dinero de los donativos provocan daños importante en las puertas, en esta ocasión la reposición de cuatro de las cerraduras ha sido inmediata, de un día para otro. Solo una de las cerraduras pudo ser reparada en el momento. En otros casos, como la ermita de San Martín de Terroso, donde literalmente reventaron, hace un mes, la puerta su reparación es más costosa y precisa más tiempo. De momento las parroquias no han hecho cuentas del coste de reparación "han sido tantas y tan seguidas que a los carpinteros tampoco les ha dado tiempo a hacer el cálculo".

Pueblos prácticamente despoblados y la dispersión de los núcleos de población y hasta la separación de los propios cascos urbanos, y un importante número de templos que facilitan el saqueo con nocturnidad. El párroco reflexiona "¿Ante esto qué se puede hacer? ¿Es imposible poner un guardia civil en cada templo de día y de noche?". No hay ninguna actuación prevista por parte del Obispado de Astorga para frenar la ola de robos en su diócesis, al menos que se sepa en la comarca. Implantar un sistema de alarma también estaría supeditado al problema del tiempo y de acceder rápidamente al templo para coger infraganti a los autores de los robos. "La Guardia Civil tiene mucho terreno y los medios son los que son, no hay más".

En estos pueblos, los robos se detectaron relativamente pronto, aunque hay otros templos donde tarda hasta una semana en descubrirse o bien, como en la iglesia de Terroso, son los peregrinos los que han avisado en las dos ocasiones en que ha sido robada.

A los cinco robos de esta semana aún hay que sumar otros tres robos en la ermita de Palacios, San Salvador de Palazuelo y Cernadilla en la misma semana en que se robaron la iglesia y la ermita de Entrepeñas. Las sospechas inciden en que los autores de los robos en las iglesias de la comarca son los mismos.

La oleada de robos en las iglesias mantiene en vilo a los residentes de los pueblos y el temor es que los ladrones entren los santuarios, como en el de Otero de Sanabria.

Pese a la notoriedad que ha adquirido el tema de los destrozos en las iglesias, un industrial de Puebla de Sanabria subraya que los robos no solo se están cometiendo en las iglesias, sino que "no queda ni un negocio en Puebla que no hayan asaltado". Talleres y naves son blanco de los robos para sustraer maquinaria que tiene un alto coste, y que luego los seguros no resarcen en su totalidad, se quejan los directamente afectados.

Denunciar, no es que se denuncien todos los robos, y el que lo hace termina por cansarse de ir al cuartel y al juzgado "los cogen y los sueltan. No hacen nada. Los citan a juicio y ni se presentan. Y si los condenan no tienen de donde pagar" se queja uno de los ganaderos de la zona afectado por los robos.

A río revuelto ganancia de pescadores: "cuando se denuncia un robo, al día siguiente están aquí para venderte una alarma" sentencia uno de los industriales de la zona expectante estos días con la oleada de robos.

Son tantos los templos asaltados durante los últimos meses que la gente de uno y otro pueblo hace cuenta de todos los invadidos y se pregunta por los que faltan por desmantelar.