A veces de los pueblos más pequeños salen los personajes más grandes. Prado, que cuenta con apenas 60 habitantes, recibía hace unas semanas una noticia que pasaba inadvertida para la mayoría de medios de comunicación de España y de esta provincia, pero que supone un gran hito en la historia de la localidad: "el rey le ha dado una medalla a Pepe". Pepe es José Gangoso López, y hace décadas que no vive allí -aunque quienes crecieron con él le recuerdan perfectamente-, de hecho, desde hace 33 años reside en Guinea Ecuatorial. Allí este cura salesiano ha dirigido tantos proyectos educativos y a favor de la juventud que la Corona española decidió condecorarle con la medalla-encomienda de Isabel la Católica, una distinción que concede para premiar "comportamientos extraordinarios de carácter civil" en beneficio de España o que favorezcan "las relaciones de cooperación con el resto de la Comunidad Internacional".

Entre 1983 y 2001 Pepe Gangoso desempeñó su labor colaborando con las instituciones del Estado guineano, como la Escuela de Magisterio, el instituto de E. M. y una escuela de Ingeniería Técnica. Su objetivo , siguiendo los principios de la Familia Salesiana, siempre ha sido formar técnicos que contribuyan al desarrollo de su país y a los profesores que educarán a las nuevas generaciones, "darle una caña de pescar a los guineanos", como diría el proverbio chino. En 2001 la Cooperación Española construyó el Colegio Español de Malabo, que fue encomendado a los salesianos, y Pepe fue su primer director, pasando más tarde a ocuparse de la administración del centro.

Pepe Gangoso recibía el 10 de marzo en una ceremonia celebrada en la Embajada de España en Malabo la distinción concedida por el rey, mientras en la provincia de Zamora, en Prado, recordaban a ese joven y alegre cura que les visitaba en verano con una guitarra y reunía a la juventud para disfrutar cantando juntos, siempre ha tenido una gran conciencia social y le ha gustado hacer comunidad. De aquella época le recuerdan cantando "Cuba sí, Yankees no" con la guitarra, entre otros temas.

Pero sus vecinos le conocen sobre todo por su faceta de fotógrafo. En sus visitas solía sacar cantidad de retratos familiares o de grupos de amigos, que después revelaba en el laboratorio de su colegio y en la siguiente escapada al pueblo regalaba desinteresadamente a quienes aparecían en cada imagen. "Todas las familias de Prado tenemos al menos una foto sacada por Pepe", coincide la gente del pueblo. En otra ocasión, en los años 70, organizó una versión casera del popular programa televisivo "1, 2, 3... responda otra vez" para que jugaran los niños y los jóvenes.

Durante todo el siglo XX la Familia Salesiana desarrolló un intenso trabajo pastoral en Guinea. "Ha habido épocas en las que prácticamente la mitad de los poblados de la isla de Bioko -la antigua Fernando Poo, donde se encuentra la capital del país, Malabo-, estaban al cuidado pastoral de los salesianos", declaraba el cura natural de Prado a la agencia de información Europa Press. En la ciudad de Malabo, en el barrio de Ela Nguema, los salesianos administran la parroquia dedicada a San Fernando y San Juan Bosco. La empezó a construir el gobierno español siguiendo los mismos planos con los que se levantó una iglesia de San Fernando (Cádiz) y fue terminada por los propios misioneros. La obra salesiana la complementa el Centro Juvenil Don Bosco, que es muy conocido y valorado por todos los jóvenes de la ciudad.

Prado destaca por ser un pueblo muy agradecido y el pasado verano los vecinos organizaron un homenaje a Pepe Gangoso para demostrarle su cariño y devolverle todo lo que ha hecho por ellos. Antes de su vuelta a Guinea, una mujer le insinuó que, dada su edad, podría quedarse en el pueblo para descansar, pero él respondió convencido que "soy más necesario allí que aquí".