La Biblioteca Miguel de Cervantes de Villaralbo cumple, durante este mes de abril, 39 años desde que abriera las puertas al público en unas condiciones bien diferentes a las de ahora, cuando en acceso y la gratuidad del préstamo es la norma. En aquellos tiempos había que pagar por hacerse socio, cinco pesetas, y abonar una cuota mensual del mismo importe. Este importe era también la multa con la que se penalizaba a los usuarios en el retraso de la devolución del libro que habían solicitado, que en aquellos tiempos, 1977, eran solo libros, no audiovisuales.

Son algunas de las anécdotas que aparecen en el acta de constitución de la junta de la biblioteca, que la actual responsable de la sala de lectura, Esther Sánchez ha hecho público para conocimiento de la ciudadanía. Esther anima a los usuarios a que compartan sus recuerdos de aquellos años, así como las anécdotas vividas en la sala y su punto de vista sobre cómo ha cambiado la biblioteca y los servicios que presta.

Era el 1 de abril de 1977 cuando la Junta de Constitución de la Miguel de Cervantes quedaba firmada por Marcelino González como presidente, Félix de Mena secretario, Juan Rubio tesorero y Delio Garrote como vocal. Las actas recogen también el horario que regía de invierno y verano, de 7 a 9 con el frío y de 8 a 10 en el buen tiempo. Y establecía una edad mínima para acceder a la sala, a partir de siete años.

La manera de gestionar el conocimiento es sin duda lo que más ha cambiado en una dotación cultural en la que sigue estando mayoritariamente muy presente el formato de papel, pero a la que se ha incorporado el libro electrónico y el uso de los ordenadores para navegar.

Según los datos estadísticos en el año 2015 la biblioteca de Villaralbo realizó 2.377 prestamos de los cuales 1.577 fueron libros , 129 revistas y el resto material audiovisual y electrónico. La sala de lectura dispone de 14.000 libros de diferentes estilos y temáticas, recibe 4 periódicos diarios, 11 títulos de revistas y más de 1.600 documentos de formato digital. Una dotación que se completa con 6 ordenadores de uso público, además de una impresora y un escáner.

Actualmente se mantiene el Club de Lectura de adultos con 16 participantes, y una reunión mensual; y el verano pasado el Ayuntamiento de Villaralbo y la biblioteca local iniciaron el proyecto de la bibliopiscina, "con una gran acogida y muy buenos resultados" subraya Esther Sánchez.