Los pescadores de trucha iniciaron la temporada llevados por su pasión y, algunos afortunados o verdaderos profesionales, retornaron a casa satisfechos por los excelentes ejemplares conseguidos en sus lances por los embalses y ríos de Sanabria y Carballeda.

El día amaneció lluvioso y desapacible, pero no desanimó a los amantes de la caña, que pronto se echaron a las orillas con todo listo por tenerlo preparado de antemano.

Las capturas empezaron muy pronto, antes de las ocho de la mañana para los más madrugadores. Entre los pescadores más afortunados en la jornada inaugural sobresalió Óscar García, vecino de Puebla, que cosechó de las mejores capturas del día con dos ejemplares que pesaron 2,1 kilos y 1,6 kilos respectivamente.

Los tirones del anzuelo llegaban antes de las ocho de la mañana en AREC (Aguas de Régimen Especial Controlado) del embalse de Cernadilla para este pescador ribereño. En esas primeras horas hubo cierta fortuna, porque sí se capturaron ejemplares de kilo que entraban a las cestas y ocupaban toda su base.

El tramo de Aguas en Régimen Especial Controlado en la cola del embalse de Cernadilla, que abarca el término de Puebla, es una de las zonas que ayer más pescadores concentraba. Expertos en las artes señalaban, después de haber capturado un ejemplar de kilo, que el embalse estaba muy alto, hasta el punto de tapar parcialmente uno de los tramos del camino que recorre el embalse. Aguas que para unos pescadores estaban algo frías y para otros no tanto.

A las once de la mañana las orillas se despoblaron para el almuerzo, aunque algunos aún persistían en tentar la suerte.

En los alrededores de la Presa de Tinico, pescadores locales, seguían con afición la jornada. Un par de picadas pero poco resultado, explicaba un pescador de Puebla que hacía 4 años que no venía a pescar por la zona.

La actual normativa no permite una costumbre que había entre los aficionados, y es que si en Puebla se daba mal la cosa "siempre podías ir a pescar un rato al Lago". Ahora con los AREC no te puedes mover del sitio.

El compañero de aficiones aparece con una trucha de medida dudosa, entre los 25 y 26 centímetros, que vuelve al río porque considera que "es mejor no arriesgarse" porque las multas son más que disuasorias "hasta 3.000 euros". Mientras las reinas del río no se dejan ver, el anzuelo atrae el hambre de escallos y bogas que parecen entusiasmarse con lo que ayer el cielo pone a su boca.

Otro reconocido pescador de Puebla aparece con una captura involuntaria al toparse con un sedal abandonado en los arbustos de la ribera, junto al lugar elegido para lanzar. El "pez" que enredado accidentalmente es una urraca, conocida por los lugareños como "pega", y que es una de las especies más asentadas en el medio rural. Los dos pescadores se entretienen en desenredar al ave del sedal.

Los Agentes Medioambientales recorrieron las zonas de pesca para verificar los pases en ARES y cotos y comprobar que se cumplía la normativa. Entre los cotos más solicitados estaban ayer el de Mercado de El Puente.

Entre los pescadores funcionaba el móvil, bien para dar a conocer los resultados o para conocer las suertes de otros compañeros de fatigas que trataban así de demostrar que dominan el oficio.

La lluvia dejó paso a una miniborrasca de nieve que disuadió a más de uno para recoger la cesta, con al menos un trofeo, y la caña.