Una nueva bodega instalada en Fornillos de Fermoselle por la asturiana Liliana Fernández y el madrileño José Manuel Benéitez incrementa a quince las integradas en la Denominación de Origen Arribes, repartidas por los ámbitos del Parque Natural zamorano-salmantino, según informó el Consejo Regulador de la DO.

El hato y el garabato” es un proyecto familiar de dos jóvenes “enamorados desde pequeños del pueblo de sus abuelos y de la naturaleza”. Ambos, según precisan en su nota de presentación, se conocieron “en Ávila, estudiando Ciencias Ambientales, y nos animamos mutuamente a estudiar Ingeniería de Montes. Durante lustros, exponen, "fantasearon con montar algo en el pueblo”. En 2005 se mudaron a Zamora por trabajo, “pero pasarían años hasta que la vida o el destino nos llevó a a encontrar nuestra pasión: El vino”.

Señalan que “un aspecto fundamental de nuestro proyecto es la gestión sostenible de recursos naturales de los que dispone la zona, viñedos antiquísimos de variedades únicas en el mundo, con la finalidad de conseguir un producto de alto valor añadido, para ello ademas de formación, decidimos que era necesario conocer como se elabora el producto en países punteros en el sector vitivinícola, trabajando en algunas de las mejores bodegas del mundo en California, Australia y Portugal y recibiendo formación de alto nivel en gestión de empresas vitivinícolas”.

Ponen de manifiesto que “tras una campaña en California y año y medio en Australia, mayo de 2015 marca el regreso a casa”. Gestionan 5 hectáreas "de un maravilloso y viejísimo viñedo en la frontera entre España y Portugal”. Subrayan, además, sentirse “orgullosos de dos vinos con alma, de variedades únicas, ecológicos, honestos, únicos”.

Los vinos de “El Hato y El Garabato” son vinos de la Denominación de Origen Arribes. elaborados de modo artesanal con mínima intervención enológica en bodega y sintratamientos químicos en el viñedo.