El lobo ha vuelto a atacar en la comarca de Sayago. Ocurrió el pasado martes en Escuadro -pueblo perteneciente al Ayuntamiento de Almeida- con la singularidad de que fue a plena luz del día. Concretamente entre la una y las tres de la tarde, justo cuando los ganaderos se fueron a comer. De entrada la lobada se ha saldado con siete ovejas muertas, seis heridas -"que se morirán porque han quedado fatal", según el vaticinio de José Luis Zarza- y otras tres desaparecidas.

Ayer todavía los hermanos Zarza, propietarios de la explotación de oveja castellana, hacían recuento de los daños producidos por los lobos, tras el sofocón que se llevaron el día anterior cuando a las tres de la tarde descubrieron el desaguisado, sorprendidos aún más por la hora. "En toda mi vida de ganadero he conocido un ataque del lobo a plena luz del día" expresaba ayer a este diario José Luis Zarza. "Si no teníamos vida, ahora ya es que no te puedes ni ir a casa a comer".

Porque eso fue lo que ocurrió. Los ganaderos habían trasladado el rebaño de unas 700 ovejas hasta una finca vallada, al aire libre, situada a unos dos kilómetros de Escuadro. La operación terminó sobre la una de la tarde y dos horas después volvían a por el ganado. "Si llegamos a tardar más tiempo esto hubiera sido un desastre" se lamenta Zarza. "Por aquí está instalada una manada de lobos y como no se tomen medidas nos va a machacar, esto no para" alerta el ganadero sayagués.

El problema existe y así lo ha admitido, en este caso, la Junta de Castilla y León. El delegado territorial, Alberto Castro, reconocía hace quince días que hay ejemplares "muy dañinos" y la Patrulla del Lobo tiene autorización para abatir "uno o dos lobos" pero "está resultando muy complicado".

Palabras que no tranquilizan a unos ganaderos cada vez más escépticos con las promesas de los responsables públicos y que empiezan a organizarse para hacer frente a un problema de importantes dimensiones. "Dicen cosas de cara al público, pero se ha demostrado que no hay ninguna voluntad de arreglar el problema" precisa el ganadero de Escuadro.

"Hoy hemos sido nosotros, hace poco en Torrefrades, también otro compañero nuestro de Escuadro... Al final son los 365 días del año. Estamos desesperados; como esto siga así nos toca dejar las explotaciones. La Junta tiene que decidir entre los lobos o la ganadería" afirma categórico José Luis Zarza.

Porque a la hora de valorar los daños el ganadero precisa que "no se limitan a lo que hemos visto, cuando pasen los días seguro que muere alguna más, tendremos abortos porque algunas están para parir; los animales pagan todo esto y, por supuesto, nosotros también".

Al margen de los daños, lo que verdaderamente ha sorprendido a estos productores es la hora a la que han atacado los lobos. Normalmente esto ocurre de madrugada. "Nos han dicho que tiene que haber muchos (lobos) para que hayan salido a plena luz del día". Lo cierto es que las características del terreno, según han apuntado fuentes informadas, "son favorables para los ataques; es un monte muy espeso de roble donde el lobo se puede camuflar".

Los hermanos Zarza ya saben lo que es el ataque del lobo. Sufrieron otro en su rebaño hace unos tres años con un saldo de más de veinte ovejas muertas. "Vivimos de esto y palos así nos hacen mucho daño" comentaba el ganadero mientras preparaba los papeles para presentarlos al seguro. "Porque esa es otra, nos toca a nosotros pagar el seguro por la existencia de un animal del que se tiene que hacer cargo la Junta de Castilla y León; damos de comer a los lobos, nos matan a los animales y encima pagamos".