La Plaza Mayor de Puebla se sumará al conjunto de calles del Casco Histórico donde se prohíbe el aparcamiento durante los fines de semana y fechas festivas de Semana Santa y verano, como primera fase de la nueva reordenación. Las 30 plazas de estacionamiento de la Plaza se trasladarán a la Revuelta Peporro, en la zona conocida como Bajada de las Monjas, para uso preferente de residentes y trabajadores de los diferentes establecimientos y trabajadores públicos.

La Alcaldía inicia la redacción del proyecto para habilitar una zona de aparcamiento alternativo, como segunda fase, por debajo del cementerio, como precisó ayer el regidor, José Fernández Blanco. La orografía del conjunto es un inconveniente, como reconoció el alcalde. La tercera fase es la instalación de bolardos para impedir el aparcamiento, que no el estacionamiento en la zona comercial del Arrabal, aunque para el alcalde a lo mejor no hay que llegar a implantar esta última medida.

Así lo comunicó el alcalde a empresarios y vecinos en las tres reuniones que ha mantenido desde el jueves para informar de la aplicación de la Ordenanza Municipal de Tráfico, Aparcamiento y Uso de Vías Públicas. En las reuniones celebradas a puerta cerrada, José Fernández Blanco expuso la nueva regulación en el Casco Antiguo, además de recoger las opiniones y las propuestas de los directamente afectados. El alcalde recalcó que no se prohibirá la circulación por ninguna de estas calles, y se potenciarán la ocupación de las zonas de la bajada al camping, la carretera de la Estación y la zona del Fuerte.

El representante de Azehos, Óscar Somoza, calificó de "constructiva" la reunión de los empresarios y agradeció que "se nos escuche" ya que en la mayor parte de los nuevos negocios, de hostelería fundamentalmente, se han asentado en el casco antiguo en los últimos 20 años, lo que ha propiciado la actividad en esta zona urbana del municipio. Para Azehos es importante "plantear alternativas" como hacer un aparcamiento en el solar que se adquirió la para la nueva oficina de la Seguridad Social que no se ejecutó, o en cualquier otra ubicación viable. Hay que dar opción a los turistas para poder acceder hasta los establecimientos y ofrecer una zona para aparcamiento, además de compatibilizar los intereses de los residentes.

Para otros empresarios antes de quitar vehículos y aparcamientos hay que buscar alternativas de un estacionamiento regulado que permita la rotación en la ocupación de las plazas de estacionamiento en la zona comercial y buscar aparcamientos para los residentes.

El portavoz del grupo Popular, Rafael Chimeno, constató el malestar de vecinos y empresarios y su respaldo a establecer zonas alternativas de estacionamiento antes de poner en marcha cualquier prohibición o la instalación de bolardos. Señaló el perjuicio para los establecimientos del entorno de la Plaza Mayor si no hay aparcamiento alternativo y si se instalan los bolardos que impidan la circulación. Para los concejales del PP el acceso a esta zona debe mantenerse sin restricciones de octubre a marzo, cuando se reducen drásticamente los visitantes.

Más conflictivo es la regulación para los residentes donde sí hay personas a favor de la peatonalización y otros en contra. El hecho de que el entorno de la Plaza Mayor sea el centro de los servicios administrativos de la comarca, Juzgado y Registro, que acceden desde los pueblos a la villa también es otro problema que plantearon los convocados.