El control de los residuos trae de cabeza a los ayuntamientos desde hace años. No son pocas las denuncias que tramita la Junta de Castilla y León, la mayoría de las cuales terminan en sanciones para las instituciones locales, que se ven indefensas ante la aplicación de una ley "que nos responsabiliza de las acciones irresponsables de los particulares" se quejan los alcaldes.

El asunto preocupa en los ayuntamientos y así se ha hecho constar en la Mancomunidad Sayagua, donde a propuesta del alcalde de Fariza, Manuel Ramos, se ruega a la presidencia que solicite al Servicio Territorial de Medio Ambiente la colaboración institucional necesaria "para que se dejen de producir denuncias" en los municipios por arrojar materiales en los montes.

No es la primera vez que el problema se trata en las reuniones de las mancomunidades de los municipios y que se hacen llegar las quejas al delegado de la Junta. De hecho, fue uno de los asuntos tratados en la reunión de Alberto Castro con el alcalde de Fariza, Manuel Ramos, cuyo Ayuntamiento ha tenido que afrontar varias sanciones por la presencia de residuos de obra en el monte. La última en noviembre de 2015 con una propuesta de sanción de 901 euros. "La gente hace pequeñas obras en las casas y depositan los materiales en el monte, algunos incluso son de relleno y no hacen ningún mal. Pero en todo caso los ayuntamientos no podemos tener un vigilante para controlar esto. Es imposible" se queja en regidor de Fariza que ha remitidos varios escritos a la Junta proclamando la "indefensión" y la falta de medios para controlar esta situación.

Unas quejas que también se han extendido hasta la Guardia Civil. "A nuestro Ayuntamiento le resulta muy difícil controlar este tipo de conductas" exponía en una de las misivas en referencia a la actitud irresponsable de personas que depositan los residuos en lugares no autorizados. Apunta Ramos que, en el caso de los materiales de construcción, "son materiales no contaminantes" y pone el acento en el inconveniente que supone el traslado de estos residuos a decenas de kilómetros, en el caso de Sayago a la planta de tratamiento de Fresno de la Ribera. La distancia se acortará cuando se abra la planta que se construye en Bermillo.