Las posible presencia del meloncillo en Los Arribes del Duero ha causado un gran revuelo en la zona después de que ayer un ganadero de Fermoselle especulara en este diario con la posibilidad de que fuera este el depredador que atacó a sus ovejas de una forma tan extraña como grotesca, comiendo las ubres y los cuartos traseros de los animales, como desde abajo. Lo cierto es que la presencia del animal, que abunda en Extremadura y el oeste de Andalucía, no sería tan extraña en tierras sayaguesas, pues los biólogos ya han confirmado su presencia al norte del Duero, en las provincias de Zamora y León.

José Ignacio Regueras es un gestor cinegético y biólogo que estudia la diversidad y distribución de micromamíferos -aquellos más grandes que una comadreja y más pequeños que un ciervo- en la provincia de Zamora al norte del Duero. Un trabajo compuesto por cien encuestas contestadas a lo largo de varios años por guardas forestales, cazadores y biólogos en diferentes municipios dio resultado positivo sobre la presencia del meloncillo en al menos cinco municipios zamoranos, cuatro de ellos en el entorno de la sierra de la Culebra y otro junto al río Negro. En 1999 un meloncillo cayó en una trampa para conejos en Robledo, en la comarca de Sanabria. Asimismo, otros biólogos han documentado la existencia de este animal en diferentes puntos de la provincia de León.

La presencia de este tipo de mangosta en la zona de Fermoselle no resultaría, en consecuencia, extraña según las investigaciones de Regueras, quien sin embargo sí se muestra escéptico sobre que el animal haya atacado a las ovejas. "No se ha documentado ningún caso hasta hoy", asegura. Lo único que podría determinarlo es, según este biólogo, "la presencia de pelos de meloncillo en la zona del ataque".

Sin embargo, Regueras descarta totalmente que el responsable de la masacre fuera un lobo, "y un perro también sería extrañísimo", afirma el experto que no se atreve a determinar qué animal es. La sangrienta escena también desconcertó a los guardas forestales que evaluaron el ataque de Fermoselle, que en el parte achacaron la autoría de las mordidas a una "especie indeterminada". El biólogo especula con algún tipo de mustélido, aunque es algo fuera de lo común.