Juan Ignacio Diego apuntó también aspectos de las comunidades de regantes "que se pueden mejorar", como la gestión de riego a nivel de parcela, la facturación por tramos de consumo y una mayor presencia en las instituciones europeas. Un planteamiento vinculado "a un reto que considero difícil de romper como es esa idea de que la agricultura de regadío es responsable de los males de lo que pasa en el agua. Es un trabajo que se ha iniciado y en el que hay que insistir, porque nada más lejos de la realidad". El presidente de la CHD planteó también ante los regantes "la mejora de la gestión participada de las aguas subterráneas" mirándose en la experiencia, "con sus matices", de las comunidades con las aguas superficiales. "Tenemos que trabajar en mejorar la conciencia de que la buena gestión de las aguas subterráneas va a mejorar la explotación de este recurso. Hay experiencias funcionando y estamos dispuestos a atender todas las inquietudes que puedan surgir".