Visitar la Sierra de La CulebraSierra de La Culebra por libre puede resultar una experiencia frustrante y hasta costosa. El Servicio Territorial de Medio Ambiente ha incoado un expediente sancionador contra J. L. Olmos por estacionar con el vehículo a motor en un cortafuegos de la Reserva Regional de Caza de la Culebra y acampar en monte público del término de Villardeciervos. La sanción aplicable puede alcanzar los mil euros.

El bombero J. L. se tiró, según afirma, "toda la noche al volante", desde Barcelona, y la buena mañana del pasado 1 de junio en que se disponía a disfrutar del paisaje, y de algún feliz avistamiento, se tornó en una pesadilla.

Medio Ambiente considera que los hechos imputados "son constitutivos de infracción administrativa de la Ley de Montes de Castilla y León por la que regula el uso del fuego y se establecen medidas preventivas para la lucha contra los incendios forestales de Castilla y León". Hace mención al apartado referido a la prohibición de la acampada libre y al que prohibe aparcar vehículos en caminos, pistas forestales y cortafuegos. Lo califica de infracción leve "dado que concurren las circunstancias de ausencia de daños al monte".

J. L. Olmos ha presentado un escrito de alegaciones al instructora del caso para reclamar "el cese del expediente sancionador". En su escrito refiere que el 1 de junio de 2015 "me encontraba estacionado en un apartadero de una vía forestal pública, cerca de Villardeciervos, al que había accedido hacia las 7,15 horas". Según expone "dos celadores medioambientales (que se negaron a identificarse) se personaron a las 8.30 horas cuando me disponía a abandonar mi furgoneta para pasear por el bosque". Señala que "me abordaron de un modo muy agresivo e intentaron insistentemente entrar en ella, que es un vehículo vivienda, lo cual supone una vulneración a la inviolabilidad del domicilio y derecho a la intimidad". "Fue una experiencia muy desagradable", dice. Refiere que "el enclave era una pista de utilidad pública, muy ancha, fácilmente practicable y de libre tránsito. En ningún caso un cortafuegos". Subraya que "no pernocté en ese punto ni en ningún otro, ya que conduje toda la noche, desde Barcelona". En todo caso, precisa que, "de haberlo hecho, sería pernocta y no acampada". Al respecto, el sancionado puntualiza, remitiéndose a la instrucción de Tráfico, que "cuando se está dentro de un habitáculo y no se use tienda de campaña, viertan líquidos o dispongan mesas en el exterior, no se puede considerar acampada. Es una norma aplicable a todos los vehículos inferiores a 3.500 kilos y de obligado cumplimiento". En su escrito a Medio Ambiente expone que, "dados los sólidos argumentos, las constantes intimidaciones se tornaron en graves amenazas, en especial cuando manifesté mi intención de disfrutar del monte. Ante tal acoso y cansado de discutir abandoné el lugar directamente me dirigí al puesto de la Guardia Civil para interponer una denuncia". El caso fue archivado por el Juzgado de Puebla. J. L. Olmos, que llegó a la Culebra con grandes ilusiones y que confía en que se resuelva favorablemente el caso, manifiesta que vivió una experiencia "indeseable".