La patrulla del lobo de la Junta de Castilla y León lleva "más de mes y medio" intentando abatir "uno o dos ejemplares" localizados por la zona de Peñausende que "están haciendo mucho" daño en la comarca de Sayago.

Así lo confirmaba ayer el delegado de la Junta, Alberto Castro, a raíz del último ataque producido el pasado fin de semana en una explotación de Torrefrades que saldó con la muerte de doce ovejas de raza castellana a punto de parir u otras cinco malheridas, además de los efectos que puede provocar en un rebaño con seiscientas hembras preparadas para parir a mediados de marzo.

"Estamos viendo que en los últimos tres meses hay un ataque excesivo por parte de dos lobos por ese entorno" precisó el delegado de la Junta a preguntas de los periodistas. "Por parte de la Consejería de Medio Ambiente ya se está actuando y los agentes medioambientales tienen orden de proceder a la eliminación de uno y hasta dos ejemplares que están haciendo mucho daño".

Castro confirmó que desde hace "más de mes y medio están detrás de ellos y no somos capaces porque el lobo no es un animal que se quede en la zona, está entre Zamora y Salamanca; los agentes medioambientales hacen una vigilancia permanente en ese entorno porque tenemos la posibilidad incluso de abatir dos ejemplares y no descartamos localizarlos en ese entorno donde vemos que los daños son excesivos". Añadió el responsable de la Junta que los animales "están identificados dentro de la misma manada y la única posibilidad que tenemos es intentar abatirlos lo antes posible".

El ataque en la madrugada del viernes al sábado en una explotación de Torrefrades se suma a otros registrados en la zona, en el propio pueblo o en Fresno de Sayago. Los ganaderos demandan medidas de control ante los daños y el quebranto económico que supone para sus negocios.