Un espectacular incendio acabó ayer por completo con el bar situado en la plaza de Carlos Pinilla de Muga de Sayago. El fuego se declaró hacia las ocho de la tarde cuando uno de los socios que regenta el bar acudió a abrirlo, después de estar un rato cerrado por la tarde como es habitual, y se dio de bruces con una tremenda bocanada de humo.

Después todo fue muy rápido, el fuego se propagó a toda velocidad hasta quedar el edificio en llamas. Y así se lo encontraron los bomberos cuando llegaron a Muga alertados por una llamada del 112. Hasta seis efectivos, tres del Parque de Bomberos de Bermillo de Sayago y otros tres de llegados de Aliste con tres autobombas pesadas, trabajaron en las tareas de extinción. Tareas que se centraron en evitar la propagación de las llamas a los edificios adyacentes, una vez que los bomberos comprobaron que el bar estaba perdido, con las llamas saliendo por el tejado y las ventanas. Después de una hora de trabajo, el fuego quedó controlado sin afectar a los edificios colindantes, aunque el bar se quedó en las cuatro paredes: totalmente destruido.

El establecimiento lo llevan dos socios, D.N. y D.H., que durante el siniestro de ayer vieron perdidas todas las pertenencias puesto que solo quedaron las cuatro paredes exteriores. Fuentes locales afirman que las llamas llevaron por delante las cámaras frigoríficas, las máquinas tragaperras y de juego, la televisión y todo el mobiliario existente.

El fuerte humo salido del incendio y la naturaleza del mismo echó a la calle y acercó hasta el lugar del suceso a toda la población de Muga. Todo estaban dispuestos a colaborar pero la Guardia Civil no dejó acercarse a nadie debido a los riesgos. Sin embargo, la gente siguió durante todo momento la evolución de la extinción del fuego por parte de los bomberos. Las mismas fuentes señalan que los bomberos del Parque de Bermillo llegaron con un camión pero rápidamente se agotó el agua y fue necesario esperar a la llegada de otros vehículos.

Al cierre de esta edición se desconocía a ciencia cierta el origen del siniestro que ha acabado con un negocio de Muga.