Siete personas, cuatro adultos y tres menores miembros de una misma familia, resultaron intoxicadas por la inhalación de monóxido de carbono en la madrugada de ayer domingo cuando pernoctaban en el interior de una vivienda en Lobeznos, en el municipio de Pedralba de la Pradería.

Las tres familias habían llegado procedentes de Madrid el viernes por la tarde para pasar el fin de semana en la casa de unos tíos, en la vivienda situada en la calle carretera Portugal, que visitaban en vacaciones.

Las siete personas fueron dadas de alta ayer por la mañana, tras pasar la noche en el complejo asistencial de Zamora, donde fueron trasladados, y recibir atención correspondiente.

Una llamada al Servicio de Emergencias Castilla y León 112, recibida sobre la 1.36 horas del domingo, alertó del suceso y pedía asistencia médica para tres personas que presentaban mareos y taquicardias.

El personal sanitario de Emergencias Sanitarias -Sacyl, que se trasladó al domicilio tuvo que atender a cuatro mujeres de 39, 28, 26, 24 años, y tres menores, dos niños de 11 y 7 años y un bebé de once meses según informaban fuentes del propio Servicio de Emergencias.

Otros tres adultos varones, hermanos y descendientes de Lobeznos, que se encontraban en la vivienda, en principio no presentaban síntomas de intoxicación.

Una vez dentro del inmueble, el personal de Sacyl avisó de que se detectaba una alta concentración de gas monóxido de carbono y desalojó la vivienda.

Las personas intoxicadas fueron trasladadas en una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico que se desplazó para atender la emergencia. El 112 avisó a la Guardia Civil de Zamora, que envió una patrulla al lugar, además de informar a los bomberos del consorcio de Rionegro del Puente, aunque finalmente no se requirió su intervención.

El servicio de emergencias apuntó desde el primer momento a un brasero como posible fuente de procedencia del monóxido. Por precaución se examinó además la cocina económica de leña instalada en la vivienda, y se descartaban problemas en la chimenea que obstaculizaran la salida de humos de la cocina.

El vecindario de Lobeznos, donde residen poco menos de 30 personas, se despertaba ayer sorprendido por la noticia, ya que muchos no se habían enterado porque el suceso ocurrió de madrugada y en la mitad de la noche. El final del suceso dejó a los vecinos aliviados por el feliz desenlace, dentro de la gravedad del caso, ya que la familia pasa las vacaciones en la casa de sus tíos del pueblo, y son muy apreciados.

Los residentes en los pueblos hacen frente a las bajas temperaturas con todos los medios a su alcance y, en Sanabria, braseros y cocinas económicas, además de las calefacciones donde están instaladas, forman parte de los sistemas implantados.