La Asociación Peregrina El Espíritu de Santi, que gestiona el albergue de peregrinos de Tábara, ha puesto en marcha un proyecto que trata de acercar a los más pequeños a los Caminos de Santiago para que puedan comprobar directamente la filosofía que encierra la peregrinación.

Seguramente cuando ven pasar por su pueblo a peregrinos cargados con una mochila que lleva todas sus pertenencias alguno se haya preguntado qué les mueve a estar fuera de sus hogares caminando en ocasiones en condiciones un tanto adversas, o, quien sabe, es posible que se detengan a hablar con ellos y de paso se enriquezcan con las cosas que pueden aportarles, lo mismo que el peregrino se enriquece de todo aquello que el camino va poniendo a su alcance.

Es un proyecto que nació con la esperanza de que esa semilla que se pone en un campo abonado germina enseguida, y solo es preciso que las condiciones acompañen un poco para que el fruto no tarde en verse aparecer. El hospitalero de Tábara, consciente que los peregrinos van envejeciendo y son pocos los jóvenes que toman el relevo, un día se propuso acercar el camino a los niños.

La idea es muy sencilla, "que los más pequeños conozcan el camino a través de la hospitalidad que se ofrece en algunos albergues, tan sencillo y tan importante porque no hay que olvidar que esta peregrinación sigue viva por algo tan sencillo como esa hospitalidad que se ofrece a los que van caminando", explica José Almeida, presidente de la asociación y hospitalero del albergue de Tábara. Hace siglos, otras rutas de peregrinación eran tanto o más importantes que el Camino de Santiago, como las que llevaban a Roma o Jerusalén, pero han ido decayendo mientras que la hospitalidad del camino jacobeo le hace mantenerse vivo, con pequeños altibajos, pero como el Ave Fénix, siempre acaba resurgiendo de sus cenizas.

La experiencia piloto de este proyecto se ha llevado a cabo con los niños del Colegio de Tábara, se han formado dos grupos para que a lo largo de una mañana, se sintieran un poco peregrinos y algunos de ellos satisficieron esas dudas que alguna vez han rondado por su cabeza. El pasado miércoles una docena y media de niños de secundaria de 13 y 14 años se acercaron hasta el albergue de Tábara en compañía de dos profesores, y el viernes día 19 lo hicieron los más pequeños de 11 y 12 años.

José Ramos, alcalde de Tábara, se encontraba antes de las diez a la puerta del albergue esperando la llegada de los niños, muchos de los cuales no habían entrado nunca en un albergue de peregrinos, ni tan siquiera en el de su pueblo y curioseaban viendo las cosas que decoran las paredes y sobre todo mirando la sala en la que se encuentran las literas en para el descanso de los peregrinos. Mientras tomaban un cola cao con unas galletas, se les fue hablando de la relevancia que el camino había tenido a lo largo de los siglos fomentando y desarrollando aquellos lugares por los que los peregrinos caminaban, no solo en el aspecto económico sino también culturalmente, las influencias habían sido muy importantes haciendo que muchos pueblos prosperaran como nunca lo habían hecho.

Varios pequeños fueron leyendo uno de los cuentos que nacen en el Camino, "La Semilla", que encierra esa moraleja que el autor quiere que llegue a quienes lo leen y se den cuenta que las cosas más hermosas de la vida; paz, amor, felicidad o fortuna las llevamos dentro de cada uno y solo hay que cultivarlas para que vayan germinando y den el fruto esperado.

También se les habló de la filosofía de la acogida tradicional, que es lo que ha permitido que esta ruta de peregrinación prevalezca sobre otras que en su época eran más concurridas que la visita a Compostela. Después visitaron el salón de actos de la Torre del Reloj, donde visualizaron un documental sobre uno de los caminos que conducen a Santiago y tras la proyección los más decididos realizaron algunas preguntas sobre lo que habían visto.

La siguiente visita estaba prevista al Centro de Interpretación de los Beatos de Tábara, donde les esperaba don José Manuel Ramos, el párroco de la localidad y uno de los mayores conocedores de lo que en Tábara se creó hace mil cien años por los monjes del Monasterio de San Salvador, que iluminaron algunos de los códices mas importantes que la historia nos ha legado. Regresaron de nuevo hasta el albergue donde se les ofreció la comida que los caminantes comparten cada noche, sopa y arroz, y de nuevo escucharon todo lo que el camino puede aportar a los peregrinos que repiten una y otra vez porque sienten que el Camino les ha transformado.

Antes de irse se les hizo entrega de algunos regalos: un colgante de madera o de concha con símbolos jacobeos que se da a todos los peregrinos que pasan por el albergue, una credencial de peregrino de la Diputación de Zamora con el sello de Tábara, un plano, unos marca páginas y un juego de la oca que el Xacobeo ha ofrecido para este programa, además de una mano mágica de "Mocho" que cambia de color. El colegio recibió un libro sobre el Camino.

El viernes se repitió la visita con los más pequeños del colegio, que la disfrutaron con más interés y curiosidad si cabe. La asociación ofrece este programa a todos los colegios de la provincia de Zamora. Todo lo que deben hacer los responsables de cada centro es ponerse en contacto con el Albergue de Peregrinos de Tábara y buscar la fecha que sea más idónea.