La alcaldesa de Roales, Berna Miguel, de Adeiza, ha decidido destituir de la Junta de Gobierno Local a su predecesor, el popular Miguel Ángel San Martín Pecharromán, y en su lugar ha nombrado al portavoz del Grupo Socialista, Raúl Centeno Hernández.

Una decisión que escenifica el desencuentro entre los dos concejales del Gobierno Local y los dos ediles populares, así como el progresivo acercamiento de los primeros a los socialistas. Berna Miguel alcanzó en junio la alcaldía pese a haber sido su lista la segunda más votada gracias a los concejales del Partido Popular, que fue la tercera fuerza. Aunque las responsabilidades de gobierno las llevan en solitario Miguel y su compañero de partido Luis Alberto González, se incluyó al líder de los populares en la Junta de Gobierno Local para que tuviera acceso a toda la información y escuchar sus propuestas. Una prerrogativa que la recién elegida regidora también ofreció al portavoz de los socialistas, aunque en su día este declino la oferta. Miguel se disponía a gobernar el municipio con dos votos en una Corporación de siete y buscaba tender puentes con las otras dos formaciones.

Sin embargo, la buena vibraciones de los primeros días entre Berna Miguel y Pecharromán comenzaron a apagarse muy pronto. La alcaldesa asegura que el exregidor se ha limitado a "aprovechar" su puesto en la Junta de Gobierno Local para "tratar de boicotear todo lo que se plantea", y afirma que el popular "no ha terminado de asimilar" el resultado de las elecciones. "Quiere seguir siendo el alcalde, tiene que entender que la gestión la va a llevar Adeiza", sentencia Miguel.

La regidora considera que el edil popular se dedica a hacer una "oposición destructiva", al contrario que el grupo socialista. "Han aportado ideas y de hecho ya hace tiempo que trabajamos varias de sus propuestas", asegura la de Adeiza. El socialista Raúl Centeno, por su parte, ha preferido guardar silencio cuando ha sido consultado por este diario.

Pese a toda esta historia, los dos concejales del Partido Popular, ahora en la oposición, siguen disponiendo de dos líneas de teléfono pagadas por el Ayuntamiento. "Él pidió mantenerlas, y le pusimos una tarifa mínima. Cuando se hizo público nos pidió por escrito que las pasáramos a su nombre, y por escrito le hemos contestado que nos facilite los datos para hacerlo, pero no se ha molestado en ello", aclara Berna Miguel.