Seis de los ocho lobos de la Reserva de Caza de la Sierra de La Culebra que saldrán a subasta este año, perteneciente al cupo de la temporada 2016-2017, lo harán a través de internet y solo dos serán subastados en la puja celebrada el próximo día 12 de marzo en Villardeciervos.

Los cazadores apuran estos días las últimas fechas para abatir el cupo de lobos asignados en la temporada 2015-2016, tanto en el espacio protegido como en el resto de la provincia, al norte del Duero, donde la especie es cinegética y está autorizada la caza del cánido.

Esta urgencia por hacerse con el trofeo y por controlar la especie obedece a que el plazo para cazarlo en cualquier modalidad concluye el próximo domingo, y a la espera y al aguardo el último día de mes, de ahí que los monteros afinen al máximo sus sentidos y nervios, y quienes lo recechan o aguardan con paciencia mantengan los cebaderos con buenas disponibilidades de carne para lograr el objetivo.

La ceba del predador para conseguir ponerlo a tiro no está exenta de polémica entre defensores y detractores de estas prácticas, pues es una cuestión que enfrenta actualmente a determinados integrantes de sectores conservacionistas con responsables de la administración, con cazadores e incluso con organizaciones agrarias.

Tanto cazadores, como administración como sindicatos agrarios defienden la ceba como único medio de atraer con ciertas garantías al cánido hacia los puntos de mira de los rifles. Sostienen que es el método estilado para cazar y controlar la especie. Es por ello que tanto agentes medioambientales de la Reserva de la Culebra como los cotos con autorización para abatir lobos cuentan con cebaderos y con puestos camuflados para llevar adelante la caza y el control de la especie.

Sin embargo, también las monterías y los ganchos bien llevados son una fórmula acertada cuando los protagonistas operan con sapiencia y con conocimiento del terreno y de las querencias y existencias cinegéticas. Es el caso de Cobreros, donde este fin de semana se abatió un lobo -que fue el centro de las miradas- junto con algunos jabalíes. Prueba de que el lobo es un animal que dignifica a los cazadores es que en las juntas de carne suele ocupar un lugar privilegiado y central a la hora de inmortalizar la fotografía con los resultados de la jornada.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, en su resolución para "el aprovechamiento sostenible y el control poblacional de la fauna silvestre", aprobó para la temporada que termina un cupo para toda la comunidad de 143 ejemplares, de los que 40 se reparten por las comarcas zamoranas de Aliste, Sanabria, Benavente-Los Valles y Campos-Pan.

Las organizaciones agrarias insisten una y otra vez y en cada foro en reclamar que se cace el cupo de predadores establecido para amortiguar los daños del predador a las ganaderías, así como en controlar su expansión. No obstante se muestran partidarias de la conservación de la especie con las consiguientes indemnizaciones, sin demora, de los significativos perjuicios que provoca al sector

El conservacionista y promotor turístico Carlos Soria señala en un escrito que "desde hace unos meses", corre la voz "entre la población e interesados por la observación del lobo ibérico en la Sierra de la Culebra, que la manada más "turisteada" del entorno. Desde noviembre del año 2015 hasta febrero de 2016 no se presentan avistamientos de ningún individuo, pero en cambio, sí que alguna que otra ceba para abatir lobo por parte del personal celador de la Reserva de Caza".

Está convencido de que "la manada de la pista de Linarejos, que es la que va todo el mundo y la que conocen todos, ha desaparecido". Manifiesta que se trataba "de manada de lobos que concentraba a varios operadores de avistamientos de lobos". Se reafirma en su concepción indicando que "es donde criaba, donde dejaba indicios y ahora no queda nada". Soria va más allá y subraya que "todo indica que es una represalia que, al parecer, partió de la denuncia interpuesta porque se estaban matando lobos delante de los turistas". Insiste en su convencimiento del desmantelamiento de la manda lupina "porque una vez que vayas al lugar puedes no verlos, pero si va varias veces contemplabas a los lobos. Es una realidad de la que nos hemos dado cuenta todos". Afirma sentirse "indignado". En su criterio "lo primero son los principios". Soria está embarcado en "la petición de firmas para pedir censos fiables y que el lobo sea protegido en su integridad". Las firmas serán remitidas al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Carlos Soria sostiene que "la declaración de Reserva de la Biosfera puede conllevar que se acabe con la Reserva de Caza porque son dos figuras incompatibles, pues uno de los fundamentos de la Reserva de la Biosfera es el fomento del turismo".