Villalpando despedía ayer el carnaval con el tradicional entierro de la sardina. La figura del pez se paseó por las calles de la villa acompañada de un grupo de aficionados a las fiestas de Don Carnal, hasta su trágico final, las llamas de una hoguera que convirtieron el pescado en cenizas entre los sollozos de las plañideras, vestidas de luto. A continuación, el Ayuntamiento ofreció una chocolatada popular.

La villa despedía así las fiestas de carnaval mientras los actos religiosos daban inicio al tiempo de Cuaresma, de reflexión, penitencia y recogimiento. Ahora, toca prepararse para la Semana Santa. Más fotos pinchando en la imagen.