Una modista de Zamora ha dejado colgados a dos grupos de carnaval, el de la Ampa de Morales del Vino y la guardería de Pinilla, que le habían encargado los trajes y dos días antes del desfile principal en la capital se encontraron con que no tenía prácticamente ningún disfraz acabado.

En el caso de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos del colegio de Morales del Vino, los afectados son más de 70 personas que entre progenitores y niños habían diseñado la carroza, los elementos de adorno y los complementos. Hace tres meses compraron las telas para el disfraz, aproximadamente 30 euros por traje, y las llevaron a una modista en Zamora, con el modelo que por encargo debía cortar y coser para que estuviera listo a primeros de febrero. Los padres tardaron en percatarse del problema porque fueron hacer la prueba en diciembre, "pero luego comentando entre nosotros nos dimos cuenta que había hecho dos o tres trajes y a todos nos probaba el mismo", dice una de las afectadas. No fue hasta dos días antes del primer desfile de carnaval, previsto para el esta tarde, cuando se dan cuenta de que se han quedado plantados y sin atuendo.

El tiempo apremia y tras la indignación y el asombro ante esta situación, el AMPA toma las riendas del asunto y trata de dar salida al desplante con toda la ilusión puesta en el Carnaval. Prácticamente a contrarreloj hablan con otras modistas y entre todos montan un taller de costura el sábado por la tarde-noche. "Hasta las cuatro de la mañana hemos estado cosiendo" en una de las dependencias municipales, la sala de pintura del edificio de la plaza de la Diputación. Y así, en colaboración con profesionales, progenitores y familiares han logrado sacar adelante los disfraces para el desfile de carnaval, donde acudieron vestidos del juego Clash of Clans. Los padres han pedido explicaciones a la costurera, que el sábado se encontraba en urgencias con un ataque de ansiedad, según les explicaron, y les había atendido otra persona.

Del mismo modo, las trabajadoras y madres de la guardería Parvulitos, del barrio de Pinilla, en Zamora, han conseguido terminar la mayoría de los disfraces para que los niños puedan participar en el desfile. En este caso también se enteraban a última hora de que la modista no tenía ningún traje preparado, y se han pasado toda la noche de ayer y la mañana de hoy cosiendo para tenerlos a punto en el gran momento.