Las mujeres e Andavías vuelven a jugar con fuego. Las hermanas de la cofradía de Santa Águeda cumplieron ayer con el rito del salto del piorno, una hoguera de ramajos cuyas llamas sortean enfundadas en los coloridos y pesados trajes carbajalinos. Existe constancia de esta tradición desde el siglo XVIII, y en sus orígenes servía para enseñar las piernas a los mozos, una licencia que se tomaban este día para romper todo un año de pudoroso recatamiento.