La localidad de Rabanales de Aliste celebró ayer el día grande de las fiestas patronales con la tradicional adoración de San Blas como protector contra los males de garganta, lo que le llevó en tiempos pasados a contar con una histórica cofradía y devotos muchos pueblos alistanos que cada 3 de febrero acudían hasta la capilla de la iglesia parroquial de San Salvador en busca de la milagrosa cura del Santo. El templo volvía a estar un año más muy concurrido durante la misa y la procesión, acudiendo presurosos todos a besar la reliquia.

La hermandad estaba abierta a la entrada tanto de cofrades de Rabanales como de los forasteros, pagando de entrada una vela de media libra, un alquer de trigo y un cordero a abonar: "La cera el día de la entrada, el pan en el mes de agosto cuando se recoja y el cordero en Navidad, que vienen los ganados del lugar".

Después de la misa de San Blas "se nos de una comida decente y sólo se componga de una olla de vaca y carnero y con postre de fruta y no otra cosa". Y si "Algún cofrade del lugar estuviere enfermo o impedido de acudir, suerte que no puede acudir a la casa, el Mayordomo le envíe a la suya la ración del pan y vino y comida como si estuviese a la mesa". Después de la comida se daba de comer a los pobres.

El día 4 de diciembre de 1714 el Santo Padre Clemente XI desde la Silla Apostólica de Roma le concedía a dicha cofradía de San Blas una Bula con numerosas indulgencias para los hermanos, entre ella la "Plenaria" para todos los confesados y comulgados que visitasen la capilla en su gran día.

Así como "siete años y siete querentenas de perdón" en cada uno de los cuatro días elegidos para visitar la capilla: San Fernando (30 de mayo), San Agustín (28 de agosto) San Simón (28 de octubre) y San Silvestre (31 de diciembre). Esos días había misa cantada por los cofrades vivos y difuntos. El hermano de Rabanales que no estando ausente del pueblo o enfermo, faltase, habría de pagar medio real de multa.

El párroco Vicente España culmino la loa al bienaventurado mártir San Blas el día 4 de enero de 1874, el Obispo dio su aprobación y visto bueno el día 24 y el 3 de febrero, hace 142 años, fue cantada por los devotos por primera vez: "Ves como esta multitud / viene a besar, presurosa, / esta reliquia preciosa, / que al enfermo da salud".

El cura más lejano del pueblo que se conozca fue Juan Fernández en 1538, año del que data el libro más antiguo que se conserva de la parroquia. Permaneció hasta 1570 en que llegó don Nicolás, sustituido a su vez en 1596 por Vicente Gallego. El autor de la loa de San Blas, el licenciado Vicente España, fue nombrado el día 14 de marzo de 1869 y tomo posesión una semana después. El fue quien construyó la antigua Casa Parroquial. Dejó Rabanales a causa de enfermedad el 25 de abril de 1886.

Este año los mayordomos de San Blas en Rabanales fueron Francisco Blanco Fernández, Vicente Vara Moral y Santiago Teso Fernández. Tras la misa la Plaza Mayor acogió la animada subasta del "Ramo de San Blas", así como el bollo y el hornazo entre los devotos de Rabanales.