Efectivos de la Guardia Civil de Villardeciervos y Alcañices, junto a la Policía Judicial de la Comandancia de Zamora, investigan una oleada de robos en tres viviendas deshabitadas en estas fechas del municipio de Figueruela de Arriba.

El suceso se descubrió el miércoles cuando un descendiente del pueblo y guardia civil de profesión viajó a Villarino Manzanas a llevar a su padres. Al dar una vuelta por la calle "Carretera de Linarejos" observó la verja abierta de un moderno chalet y, al ver que había una "burriqueta" y un destornillador desconfió y se llamó a la Guardia Civil. Desplazándose al lugar efectivos desde Villardecievos y Alcañices

Al parecer fueron robadas las armas disponibles en el armero, ya que el dueño, residente en Madrid, es gran aficionado a la caza. Ayer se descubrió que en otras dos casas también habían entrado por la parte trasera donde las familias tienen sus huertas. En una de ellas al menos forzaron las ventanas para entrar. En una de las viviendas el interior estaba todo muy revuelto y se habrían llevado entre otras cosas mantas y ropa. Se da la circunstancia que las tres viviendas son propiedad de tres hermanos.

El Ayuntamiento de Figueruela de Arriba, presidido por el alcalde Carlos Pérez Domínguez, ha dado orden a los dos operarios municipales para que cada mañana recorran las calles de Villarino Manzanas, Riomanzanas y Fechas para cerciorarse de la situación o de las posibles anomalías. Tras el asalto el martes al estanco de Lucía Barahona Rivas y al almacén de construcción de César Codesal de Figueruela de Arriba, llegaban ahora los asaltos a casas de Villarino Manzanas. "Esto ya no es normal y la gente tenemos miedo. La mayoría de la gente del medio rural somos mayores y eso, si cabe, exige una mayor vigilancia en los pueblos, aunque somos conscientes que la Guardia Civil no puede estar en todos a la vez".

Entre las preocupaciones de los vecinos de la zona, ayer al conocerse la noticia, está el miedo a que los asaltantes pudieran haberse llevado armas y que las puedan utilizar a partir de ahora en asaltos y robos.

Villarino de Manzanas es un pueblo que se ubica junto a río Cabrón, a la brigada de la mítica "Peña Mira". Su mayor esplendor poblacional se vivía en el año 1950 cuando llegó a contar con 164 vecinos, comenzando a partir de ahí un éxodo rural que le llevo a bajar 16 habitantes en una sola década. La sangría poblacional se cebó en los diez años siguientes y en 1970 solo quedaban 101 residentes. A finales del siglo XX el número de empadronados bajaba a solamente 27. No obstante durante la primavera y el verano la población se duplica, aunque pasando la festividad de "Todos los Santos" y tras rendir recuerdo a los fallecidos, muchos regresan con los hijos a las ciudades para no regresar ya hasta la primavera: Semana Santa.