Aliste, Tras Os Montes y Alto Douro perdían ayer a una de sus personajes más históricos de "La Raya" por su labor evangélica, social y humana. Ramón Rodríguez Muñoz, el "Cura de Trabazos", fallecía en Zamora a los 88 años de edad pasadas las 10 de la mañana. Uno de los mayores defensores y devotos de "Las Siete Hermanas de España y Portugal".

Ramón Rodríguez era albarino de origen y alistano de corazón. Nació en Carbajales de Alba el día 18 de abril de 1928 y con solamente ocho años tuvo que convertirse en uno de los "Niños de la Guerra". Un adolescente que en tiempo de penurias, de hambres y venganzas abandonó su tierra camino del seminario. Fue ordenado sacerdote en Cataluña, coincidiendo con el Congreso Eucarístico de Barcelona el 31 de mayo de 1951.

Su primer destino como párroco le llevó a tierras alistanas, para hacerse cargo de la parroquia de Nuestra Señora la Virgen de la Asunción de Palazuelo de las Cuevas a donde llegó el 14 de agosto de 1951, la víspera de la fiesta patronal. Cosas de la vida, la primera vez que entró en la iglesia fue ese día, cuando el mayordomo acudió a tocar a "Castrón Muerto". Este toque típico alistano se hacia la víspera cuando las familias terminaban de matar el cordero para el día más importante del año: la fiestas. Tres años permaneció allá, donde vivió y fraguó su martirio y su subida a los altares el portugués San Víctor Bracarense.

El 21 de julio de 1955 llegó su primer y último traslado a Trabazos, poco podía imaginarse él que para convertirse en el cura que más tiempo ha desarrollado sus labor en un mismo pueblo. Allí desarrolló su labor religiosa durante más de cincuenta años. En diferentes etapas fue cura, siempre residiendo en Trabazos, también en pueblos cercanos como San Martín de Pedroso, San Mamed, Sejas, Nuez. Su larga vida pastoral llevó a que muchos de los que bautizó luego también casó.

Fue Ramón Rodríguez un cura tan bueno como diferente en tiempos de posguerra: lo mismo decía misa u oficiaba una boda que cogía la caja de herramientas y con sotana o sin ella acudía a casa o corral del vecino a arreglarle el motor de regar, la motosegadora, la trilladora, el tractor, la maquina e coser o la lavadora. Un manitas. El julio de 2005, el Ayuntamiento de Trabazos, a propuesta del alcalde Javier Faúndez Domínguez, le nombraba "Hijo Predilecto".

Cuando llegó a Trabazos lo hizo con una vieja bicicleta "Orbea" para desplazarse. Luego se compró una moto "Ossa" a la que el mismo le hizo las alforjas y el parabrisas. Cura, mecánico y taxista. Era el único vehículo disponible en el pueblo y así lo refrenda un anciano: "Si a uno lo tiraba la burra y partía un brazo, allí estaba don Ramón, para llevarte a San Cristóbal y que el curandero Simón Díez te arreglara"; "Que te ponías enfermo, don Ramón a buscar las medicinas a Alcañices". Era el recadero del pueblo, se ha ganado bien el cielo". Desde hace varios años residía en la residencia de la tercera edad Virgen de la Salud de Alcañices. Ramón Rodríguez Muñoz fue trasladado ayer al velatorio municipal de Trabazos donde hoy tendrá lugar a misa de funeral en la iglesia de San Pelayo Mártir, para recibir sepultura en el camposanto de la ermita de la Virgen de la Soledad de la que fue uno de los mayores devotos.