Los cauces de los ríos y otros cursos de agua marchan rebosantes de agua, pero los embalses de la provincia de Zamora mantienen su capacidad de acogida y de regulación de las avenidas, aunque todos presenten una tendencia ascendente. El embalse de Ricobayo, en el Esla, se hallaba ayer al 62,3 por ciento de su capacidad y dispuesto a recibir un importante volumen. También Cernadilla tiene hueco para rellenar. Y lo mismo sucede con el embalse de Almendra, el gran depósito de la cuenca del Duero. Para Iberdrola es un momento de almacenar, de turbinar y, llegado el momento, de aliviar excedentes.