El malestar entre los cazadores de la provincia (y de la región) es general por la falta de implicación de la Consejería de Medio Ambiente en la actividad cinegética. La queja se resume en una frase: "Solo recauda, no invierte". Benito Sánchez González, presidente del coto San Zoilo, de Sanzoles, levanta la voz para denunciar que "los cazadores se sienten desamparados, no tienen apoyo de la Administración y las mejoras que realizan en sus cotos tienen que hacerse a base de la aportación de los socios".

Las quejas arrecian cuando la campaña de caza menor ha iniciado su último mes. La temporada ha sido "mala" y los censos de especies cinegéticas siguen a menos, salvo en el caso de los conejos. La situación de la población de perdices "es crítica".

La Federación de Caza de Castilla y León ha denunciado públicamente la situación de los censos de "patirrojas", que llevan unos años "en caída libre". Llegó incluso a recomendar al inicio de la temporada que no se cazara esta especie. La cría fue mala debido a una primavera calurosa y muy seca y un verano con temperaturas muy altas y con ausencia de precipitaciones. Pero, al margen de que 2015 fuera un año "especial", lo cierto es que las poblaciones de perdiz llevan años sin recuperarse, lo que empieza a ser "muy preocupante".

Expertos y la propia Delegación de Caza de Zamora recomiendan desde hace mucho tiempo una "adecuada gestión" en los cotos para preservar las especies y hacer posible el mantenimiento de una "actividad ancestral". No obstante, esta recomendación, salvo en determinadas zonas de la provincia, no se está cumpliendo. ¿Los motivos? Que las sociedades de cazadores no tienen suficientes fondos para llevar a cabo la necesaria gestión y que la Junta no invierte en el sector.

El presidente del coto de Sanzoles, Benito Sánchez, lo dice muy claro: "La Junta no hace nada por la caza". Explica el caso de este coto, con una presión cinegética muy grande. "Hemos construido 22 bebederos para la fauna aprovechando, en algunos casos, fuentes que estaban abandonadas, llenas de maleza. La inversión ha sido importante y, sin embargo, la Junta no ha aportado ni un euro".

La queja la asume todo el sector. Los cazadores de la provincia han denunciado en varias ocasiones el "enorme coste" de las licencias y la falta de "contraprestaciones" de la Administración regional. En 2013 el precio de los permisos se incrementó un 60% y pasó de 28 a 42 euros. La actividad cinegética es cara, ya que al coste de la licencia se une la tarjeta del coto, el permiso de armas y otros impuestos y tasas que también abonan los propios cotos, además de los seguros, y por eso no es de extrañar que el colectivo de cazadores haya disminuido en Castilla y León, donde ronda los 100.000 aficionados, unos 9.000 en Zamora.

Desde la federación regional se ha advertido en alguna ocasión que en otras comunidades autónomas existe un tratamiento preferencial para los cazadores residentes. No es suficiente la creación de un fondo de gestión para ingresar el 15% del importe de los aprovechamientos cinegéticos, medida que en su momento fue calificada de "trampa" por la propia federación regional.

Los cazadores consideran que la Administración debe hacer "mucho más" que fijar una licencia única para cazar en Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura. "Debe apoyar al sector, ver como se pueden repoblar especies, apoyar la gestión de los cotos, estar pendiente del uso de determinados productos en el campo, buscar el entendimiento entre agricultores y cazadores, subvencionar la suscripción de seguros y potenciar una actividad que genera riqueza en la región y que podría generar mucho más si se hiciera una gestión adecuada", asegura Benito Sánchez González.

El colectivo de cazadores lleva a cabo en algunos municipios diferentes actividades sociales que buscan dinamizar el ámbito rural en un intento de "mantener" los pueblos y frenar la "galopante" despoblación.

El coto de Sanzoles, por ejemplo, ha editado por primera vez calendarios que ha distribuido entre sus socios. En el almanaque aparecen las imágenes de algunas de las fuentes que se han rehabilitado para que sirven de bebederos de la fauna. La actividad de recuperar las fontanas en el campo se mantendrá en próximos ejercicios. "Cada vez llueve menos y resulta imprescindible que perdices, liebres, conejos y otros animales tengan agua en su hábitat", asegura Benito Sánchez.