Alfredo Rodríguez es Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Riofrío de Aliste, el municipio de la provincia que más mascaradas de invierno mantiene aún vivas.

-¿Cuántas y cuáles son vuestras mascaradas de invierno?

-El municipio está integrado por cuatro pueblos y en tres de ellos se celebran coincidiendo con el día de Año Nuevo. En Riofrío tenemos Los Carochos, en Sarracín a Los Diablos y en Abejera de Tábara a Los Cencerrones. El 1 de enero es un buen día para acercarse y conocer cada una de ellas con sus ritos, sus vestimentas y sus celebraciones.

-La despoblación rural es un problema grave para los pueblos.

-Así es. La colaboración activa de todos para crear riqueza es necesaria, es la única manera de salvar nuestros pueblos del abandono al que estamos abocados. Si al cierre de las escuelas sumamos el retiro paulatino de los servicios sanitarios y la tendencia que observamos es también reducir la atención administrativa en las agrupaciones locales, el paso inmediato es candar el campo y abandonar las explotaciones camino de las ciudades. De nada sirven declaraciones como la Reserva de la Biosfera y otros planes especiales si quien realmente está en peligro de extinción es el alistano de a pie.

-El Museo de los Carochos será un activo social y cultural.

-La Casa de los Carochos para los vecinos de Riofrío es un mágico lugar donde guardamos los sentimientos y las vivencias colectivas del pueblo. Ahí esta cada personaje de la mascarada con su vestimenta y enseres: observar de cerca a Diablos, Gitanos y Guapos permitirá a vecinos y forasteros concebir en su imaginación una fiesta precarnavalesca en la que no faltan guiños al desorden, al humor o a la improvisación como regla de una fiesta no esta escrita.

-¿Tenéis algún proyecto más en mente a corto plazo?

-Sí, Riofrío fue un pueblo de molinos harineros, funcionaron hasta 17 y tenemos recuperados cuatro. Siguiendo la estela de los Carochos vamos a intentar crear otro centro de los molinos donde interpretar todo el mundo de la molienda que durante siglos fue parte vital para nuestros pueblos y nuestros antepasados.

-Otra alternativa seria dar a conocer el mundo de la pizarra.

- La pizarra tiene su historia. Desde que nuestros abuelos bajaron al subsuelo de aquellas austeras canteras para sacar lonjas y refaldos para las casas a pico y pala. Entre todos tenemos que velar por preservar oficios y tradiciones .