Pozuelo de Tábara se vistió ayer de gala cumpliendo un año más, como cada 26 de diciembre, con su más ancestral tradición, "El Tafarrón", una mascarada típica de invierno donde conviven, juntos, que no revueltos, los actos religiosos y los paganos, intentando mantener la esencia y los orígenes en unos tiempos en los que en los pueblos la emigración y el éxodo rural causan estragos que dificultan mantener sus costumbres y sus tradiciones.

El día de Navidad, por la tarde, sólo dos jóvenes -históricamente eran cuatro-, se presentaron como Entrantes para ayudar a bajar a San Esteban, Alejandro Menéndez Gago y Adrián García Sánchez, ambos residentes en Madrid. Hubo vigilias en Latín y la procesión pagana, con Tafarrón y Madama, llegó a casa del alcalde, Jesús Tomás Pino, que agasajó a todos con la convidada. Los hijos de los emigrantes mantienen, eso sí, el apego a la tradición de sus padres y sus abuelos.

Este año en Pozuelo, por primera vez, los dos personajes principales estuvieron interpretados por mujeres. La joven Paula Román Conquero, hija de emigrantes, nacida y residente en Zaragoza, fue la encargada de dar vida al Tafarrón, con su peculiar traje, su careta y sus cencerros. Por su parte Yolanda Sánchez Gutierrez, vecina de Torrelavega, en Cantabria, encarnó a la Madama, hasta ahora siempre interpretada por varones.

Por la mañana, acompañadas por el dulzainero carbajalino Alfredo Domínguez y por el tamborilero Eliseo Rodríguez, salieron a visitar a sus paisanos de Pozuelo: "Buenos días tenga usted en compañía del Niño Jesús y de toda la familia". Junto a ellas los alcaldes, Martín Pose Conquero llegado desde las Baleares y Eduardo Román Conquero. El recorrido culminaba yendo en busca de los Mayordomos, encargados de organizar la Función, Víctor Martín, Nacho Román, Andrea Clemente y Patricia Fernández.

Los Entrantes portaron a San Esteban en una concurrida y emotiva procesión para culminar con la santa misa oficiada por José Manuel Ramos Gordón donde se ofreció al ultimo niño nacido en Pozuelo como signo de vida y de perpetuidad.