Ganaderos de ovino de raza autóctona castellana mostraban en la tarde de ayer a este periódico su "profunda preocupación porque la oleada de robos pueda afectar a un sector como el nuestro al que en años pasados ya se le han sustraído corderos en estas fechas próximas a la Navidad". Reconocen los pastores que "somos conscientes, la cosa esta mal y la única manera de prevenir los robos y disuadir a los amigos de lo ajeno es tomar precauciones porque como nos roben los corderos no vuelven a aparecer. Por eso vamos a cambiar la comodidad de la cama y la calefacción para dormir en las naves con las ovejas, sobre la paja como lecho, rodeados por todos nuestros mastines. Los corderos son nuestro medio de vida y vamos a protegerlos".

La naves ganaderas están ubicadas en pleno campo, a veces alejadas más de un kilometro de los pueblos, y "los pastores sabemos que somos carne de cañón. A ver si sabiendo que dormimos con las ovejas no nos roban". En los últimos años, que se sepa, se han producido robos de corderos entre otros municipios en los de Alcañices y Gallegos del Río. En la villa otro de los peculiares atracos fue en del los tradicionales "gallos de corral" a una conocida familia y el de jamones, este año, en dos ocasiones al Disco Rojo. Tampoco se han librado los productos de la matanza: en Flores el pasado invierno dejaron sin las viandas del cerdo a un vecino. Ello esta llevando a estar vigilantes a los vecinos antes las visitas de extraños y a deshoras a los pueblos, presto a llamar a la Guardia Civil.