Dos explotaciones ganaderas de Peñausende han sufrido tres ataques de lobos en apenas tres días con un saldo de 23 ovejas muertas y cinco malheridas. El mayor daño ha ocurrido en el rebaño de Juan Manuel Salvador, que durante dos días seguidos (las madrugadas del lunes y el martes) ha recibido la visita del lobo con la consiguiente muerte de 20 ovejas, cinco más "muy tocadas" y "lo que venga después" se lamenta el ganadero sayagués.

"Hay cuatro mastines guardando las ovejas pero no se si es que ya se han acostumbrado a ver al lobo o qué, el caso es que no pueden con ellos" comenta Juan Manuel Salvador, a la vez que lamenta que "la Junta no haga nada; hace poco estuve con Castro (el delegado territorial) y me dijo que tenemos que convivir con los lobos. Entonces yo le digo que se lleven una parejita a cada oficina y los críen ellos porque nosotros no trabajamos para alimentar a los lobos".

Lo cuenta desde la experiencia de otros ataques a su ganadería; especialmente grave fue el de hace cinco años que se llevó por delante 59 animales del rebaño.

Joaquín González, también ganadero de Peñausende, se llevó el susto el domingo por la mañana cuando al abrir la nave encontró tres ovejas muertas y la huella del cánido por todas partes. "Por desgracia estoy acostumbrado" confiesa después de haber sufrido otros ataques (uno con 80 ovejas muertas en una finca de Villamor de los Escuderos) "sin que nos hagan ni puñetero caso". "Desde el verano andan por aquí dos manadas y no han hecho nada" comenta este ganadero de 62 años. "A míme queda poco pero es que a los jóvenes les van a jubilar antes de tiempo. Quieren dedicarse a la caza, cuando no haya corderos para comer verás como se acuerdan de nosotros" lamenta González.

Ante estos nuevos episodios en la zona de Peñausende, la Alianza UPA-Coag reclama al Gobierno regional "mayores dosis de responsabilidad y compromiso con los ganaderos", porque su política en la gestión del lobo está ocasionando "gravísimos perjuicios a los profesionales, que comprueban perplejos la indefensión que padecen por parte de la Administración regional al priorizar ésta la figura del lobo antes que la del ganadero profesional".

La organización exige respuestas a la Consejería de Medio Ambiente, porque el problema ""lejos de solucionarse se incrementará más y más si el Gobierno regional no asume de una vez por todas el compromiso de indemnizar ágilmente los daños, controlar la especie y cumplir al 100 % los cupos".