Autoridades y vecinos, tras un verano tranquilo, mostraban ayer su preocupación por la nueva oleada de robos. El pasado fin de semana le tocó el robo a la empresa "Aprovechamientos Forestales y Biomasa de Castilla y León", graciasa cuyas cámaras y a las indagaciones de los agentes, la Guardia Civil detenía al presunto autor que tras ser puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Zamora decreto su libertad con cargos. Del lunes al martes el robo de combustible afectaba a la empresa Ramafosa. En ambos casos en los montes de Latedo, Sejas y San Mamed afectados por el fuego del 21 de julio. El martes se producía el tercer robo, en esta ocasión en el almacén de materiales de construcción "Rivas" de Rabanales.

El miedo es libre y empresarios, parroquias y familias ya han empezado a tomar precauciones. Uno de los miedos está en los destrozos que originan para entrar, la mayoría de las veces, mayores que el botín conseguido. Los hosteleros advertían ayer que "para evitar, la tentación y males mayores, procuramos retirar todo el dinero de los establecimientos al terminar la jornada". Lo mismo reconocen hacer los curas, "no dejando ni un euro en los cepillos". En el caso de las madereras, las cámaras ocultas serán un freno para los ladrones. Por otra parte jubilados alistanos denuncian la presencia de -no se sabe si reales o supuestos- técnicos del gas, que están visitando los pueblos, "muchas veces exigiendo, incluso con malas maneras los papeles y entrar en las casas". Un vecino del municipio de Gallegos de Río reconoce que "Yo tuve que amenazarles con llamar a la Guardia Civil porque no había manera de quitarlos de la puerta".