En el año 2008 veía la luz el libro "Canciones tradicionales de Sayago", una recopilación escrita y oral de las canciones populares de esta comarca realizada por el profesor Juan Antonio Panero. El trabajo permitió conocer, y más importante aún, recuperar y conservar parte de la "impresionante riqueza", en palabras del autor, de tonadas y cantares transmitidos a lo largo de generaciones.

Aquella compilación ha sido la base del "Cancionero tradicional de Sayago", presentado ayer en el Museo Etnográfico ante una sala abarrotada de sayagueses de varias generaciones con la presencia del propio Panero, el musicólogo Miguel Manzano y los cuatro autores del cancionero: Julia Andrés Oliveira, Susana Arroyo San Teófilo, José María Mezquita Ramos y Mª Dolores Pérez Rivera, actual titular de la Cátedra de Etnomusicología del Conservatorio Superior de Salamanca.

Ha sido un trabajo de dos años que contiene 378 piezas, la transcripción de melodías vinculadas al ciclo vital de las personas. La obra cumple un sueño añorado por Miguel Manzano, quien a raíz de la publicación de las canciones por Panero quiso transcribir y ordenar todo ese fondo. "En su momento lo iba a editar Aderisa (grupo de acción local) pero los fondos empezaron a flaquear y quedó ahí pendiente hasta que ahora el Museo Etnográfico felizmente ha retomado el proyecto y ha aceptado editarlo" explicó Manzano.

El musicólogo zamorano resalta el valor del cancionero sayagués por cuanto "recoge la tradición oral tal y como está hoy, ya bastante debilitada, pero con el añadido de que con el paso del tiempo podemos ver cómo evolucionan las canciones en la memoria de la gente. Al ser (los informantes) personas entre 60 y 80 años conviven las canciones oídas de siempre en los pueblos con las que entraron en la tradición oral a través de la radio, el gramófono o incluso la televisión, pero que las cantan a su manera con un toque más popular y tradicional".

Miguel Manzano valora también "el esfuerzo que supone recoger casi cuatrocientas canciones" que aparecen en el libro de Juan Antonio Panero. Un documento donde se recogen las canciones siguiendo el orden del ciclo de la vida. El esquema diseñado por Panero comienza por las nanas, las canciones de cuna con las que madres y abuelas calmaban el llanto del bebé. "La cuna de mi niña se mece sola/ como en el campo verde/ las amapolas" (Moral). Para continuar con las canciones infantiles del corro, la comba, la pelota? "Entre la matas/ y entre las flores/ tengo yo un nido/ de ruiseñores" (Muga). Siguen las canciones de juventud de rondas, taberna o bodega y toros. "En días de ronda, cuadrillas de mozos de los pueblos sayagueses acostumbraban a recorrer las calles con el fin de cantarle, junto a la ventana, a la moza que a alguno de los presentes le quitaba el sueño" evoca Juan Antonio Panero. "Si supiera donde duermes y dónde tienes la cama/ subiera por la pared como la hiedra enramada" (Moralina).

También están las canciones de baile, jotas, charros, corridos y hasta tangos llegados de Argentina con los emigrantes que regresaban a su tierra. "En Bermillo hay un negrillo/ y en Luelmo cayó la hoja/ y en el pueblo Moralina/ la flor de mozos y mozas". O los cantos de las bodas. "Ya sale la niña/ de misa casada,/ dando resplandores/ por toda la plaza" (Peñausende).

El trabajo en el campo -la siega, la escarda, los muelos, la arada...-. "La espigadora con su "esporcilla"/ sigue la huella de la cuadrilla" (Roelos). La recopilación de canciones se cierra con las fiestas religiosas; rogativas, romerías o las celebraciones navideñas con villancicos, corderas, pastoradas y aguinaldos. "Buenos Reyes, buenos años/ que nos deis el aguinaldo/ no queremos la morcilla ni tampoco el aguinaldo/ que queremos lomo fresco/ que es lo mejor del gurriato" (Bermillo).

Un cancionero que sería imposible sin sus intérpretes, una representación de los cuales estuvo presente en el acto: Modesta Balón, María Gejo, Agustín Borges y Glorialdo Peños. Para ellos y para tantos ya ausentes que con su voz inmortalizaron las tonadas fue el cerrado aplauso de la sala que propuso Juan Antonio Panero.

En nombre de los autores del Cancionero, Julia Andrés apostó por difundir la obra en los colegios y entre los más pequeños porque "ahora los niños cantan poco; estamos en la generación de la pantalla". Por ello "nos gustaría llegar a las aulas de Sayago porque hay que volver a nuestros ancestros culturales".

El público tuvo el privilegio de escuchar alguna tonada del "Cancionero tradicional de Sayago" de la mano de algunos intérpretes que han contribuido a preservar este legado cultural.