Las decenas de denuncias de furtivismo interpuestas en la provincia de Zamora terminan en la nada al llegar al Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que lleva alrededor de un año apilando los casos en los cajones ante la baja de una de las responsables de tramitar los expedientes.

El malestar salta de nuevo entre quienes "se juegan el tipo" atajando estos desmanes: el último conocido, el decomiso de una decena de cabezas de ciervo en un pueblo de la zona de Tábara. Denuncian, además, que esta paralización administrativa puede suponer "el archivo de los expedientes por prescripción". La parálisis reinante en Medio Ambiente desazona a los que cumplen su misión, en ocasiones, frente a verdaderos tiburones de la caza.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que decomisaron siete cabezas de ciervo sin precinto alguno en el interior de las instalaciones de una explotación ganadera de una localidad próxima a Tábara, y recogieron otros cuatro precintos, interpusieron la denuncia como presunto infractor por caza furtiva y abatir más ciervos de los permitidos, además de no precintar los animales capturados incumpliendo lo estipulado por la normativa, contra, al parecer, el responsable del aprovechamiento de la caza mayor del acotado tabarés. Se trata de un madrileño conocido en el mundo de la caza mayor, a quien el acotado tabarés, constituido "sin ánimo de lucro", tiene cedida la caza mayor, mediante contrato, para así obtener unos ingresos "con los librar gastos y sufragar daños", entre otros, por accidentes en la carretera según precisó ayer la propia presidencia del coto. Hizo especial hincapié en destacar que este coto viene registrando "una decena de accidentes por año". No obstante, la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Vial ha derivado la responsabilidad de los siniestros hacia el conductor, salvo que el animal cinegético invada la calzada con motivo de una acción de caza (montería, batida...), que entonces corre con los hechos el coto de caza. Dijo, asimismo, sentirse "tranquilo" por las consecuencias que pueda acarrear la denuncia "porque nosotros cumplimos la legalidad y en el contrato figura que no nos hacemos responsables de lo que puede ocurrir en caza mayor". La presidencia del coto hizo entrega de los precintos autorizados.

En la cacería de estos ejemplares se apunta la presumible participación, entre otros, de un ex alcalde popular, también madrileño, implicado en la Operación Púnica, que debió dejar voluntariamente el cargo tras descubrirse la presunta trama encabezada por el que fuera mano derecha de Esperanza Aguirre en el Gobierno de la comunidad de Madrid, y ex alcalde de Valdemoro, Francisco Granados, que es uno de los asuntos candentes del ámbito judicial. En la intervención efectuada el pasado 28 de octubre los agentes del Seprona dieron cuenta de otras tres cabezas de ciervo macho (igualmente sin precintar) "que habían sido retiradas de ese lugar por parte del presunto infractor".

La operación de hallazgo y decomiso de los trofeos de ciervo tuvo lugar en las instalaciones de un ganadero, cuyo hijo J. A. no ha sido denunciado, como se indicó en estas páginas, y cuya presumible implicación en el cobijo de las cabezas será dilucidada en el curso de la tramitación del expediente incoado por la vía administrativa. Aunque la denuncia parece ceñida, según informan fuentes locales, al que figura como titular del aprovechamiento de la caza mayor del coto por la presunta infracción de caza, fuentes del sector consideran que esta actividad es ejercida por más de una sola persona.

Existe el temor de que a consecuencia de este ejercicio de furtivismo la Administración aplique con rigor la Ley y proceda a vedar por un tiempo al aprovechamiento de la caza mayor en el coto, lo que tendría unas consecuencias en los rendimientos e ingresos económicos. No se descarta que, una vez conocidos los pormenores, el propio coto se considere víctima de estos atropellos y proceda en consecuencia.

Cazadores y ganaderos de la zona se reafirmaban ayer por ejercer un mayor control de la fauna por los muchos daños que está ocasionando en sembrados y en las vías de comunicación. Criticaban los hechos ilegales, pero apostaban por ampliar el cupo para rebajar la población de ciervos. "Desde que actuó el Seprona ya he visto pasar unos cuantos vehículos destrozados por la incursión de la fauna en la carretera N-631" expresó ayer un regidor de la zona.