Los niños y niñas de la localidad de Granja de Moreruela aprovecharon el día de Halloween para romper la rutina y hasta la estética, y no dudaron en elegir los disfraces más acordes a sus gustos para vivir felices y contentos. Luciendo máscaras y trajes casi terroríficos se dedicaron a recorrer las casas del pueblo recogiendo voluntades para luego reunirse en los bares y disfrutar de las tapas de halloween, de la música y más caramelos.