La sequía extrema y la escasez de alimentos en el campo está obligando a la fauna salvaje a buscar su sustento, agua y comida, incluso dentro de los cascos urbanos de los pueblos, originando, en algunos casos, peculiares estampas y graves consecuencias para las familias que viven de la agricultura y de la ganadería al destrozar las huertas y las zonas de pastos de los ganados (prados de regadío).

En los últimos días numerosos vecinos de los diferentes pueblos se han acercado hasta la Oficina Comarcal de Medio Ambiente en Alcañices mostrando ante los agentes medioambientales sus quejas y un profundo malestar, buscando, por un lado alguna indemnización por los daños por parte de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, y por otra, solicitar la realización de aguardos o esperas nocturnas contra los ungulados: ciervos, corzos y jabalíes.

En el primer caso se les indica que "son los propios arrendatarios de los cotos de caza los que deben hacer frente a esos daños, a través de las aseguradoras, y en el segundo, una vez comprobados los daños por los agentes, se les suelen autorizar los aguardos durante un período de treinta días y a un máximo de cinco cazadores legalmente reglamentados".

Los daños no sólo se dan en localidades cercanas a la Reserva Regional de Caza "Sierra de la Culebra", como es el caso de la localidad de San Pedro de las Herrerías, donde los vecinos pueden ver cada noche como manadas de ciervos pasean a sus anchas por las calles destrozando todos los huertos, árboles frutales o las parras que con sus uvas adornan las casas. En el lado opuesto de la comarca, muy lejos y al sur, en Pino del Oro, en las últimas horas han sufrido el destrozo de viñedos enteros "cuando manadas de animales de adueñan de lo ajeno" presentando las denuncias ante la Junta de Castilla y León.

En Samir de los Caños se están dando casos de tierras de calabazas "comidas en su noventa por ciento", pero en esta ocasión, según los afectados, por el escurridizo "teijo" (tejón): "Es muy hábil, le hace un agujero y a través de él se come todo su interior, pepitas y carne".

En el caso de los jabalíes, cuyos daños se extienden a todo el año, en estos momentos están atacando los pocos maizales que se siembran en Aliste. Según los agricultores: "no es solo el daño de las mazorcas o plantas que comen, sino las camas que preparan cuando entra una piara entera en la tierra sembrada de maíces". El zorro ha cambiado las gallinas por las uvas. También los lobos ibéricos han intensificado sus ataques fuera de la Reserva Sierra de la Culebra siendo, durante el verano, los ganados de ovino más afectados por la lobadas las ubicadas en Cerezal de Aliste y Videmala de Alba.