La Mancomunidad Tierras de Aliste se suma a la iniciativa de ayuntamientos y comunidades autónomas dispuestos a recibir a inmigrantes que llegan a Europa huyendo de la guerra, como Siria, la precariedad y la miseria. Aliste, tierra de emigración, abre ahora sus puertas a quienes buscan acogida y aporta su granito de arena para dar respuesta a la mayor crisis de refugiados que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Así lo ha acordado la asamblea de alcaldes de la Mancomunidad a propuesta de su presidente, el popular Javier Faúndez, regidor de Trabazos. "Aliste es una tierra de emigración, de aquí han partido muchas personas hacia Argentina, Brasil, Alemania Suiza o Francia, yo mismo soy hijo de emigrantes y no podíamos quedarnos al margen" argumenta el propio Faúndez.

El ofrecimiento de la primera Mancomunidad de España que da este paso lejos de ser improvisado está estudiado, planificado y organizado. En primer lugar la acogida de refugiados se plantea durante un año y la propia entidad que agrupa a doce municipios de la comarca alistana asumirá los gastos con parte del superávit presupuestario, que de momento permite una disponibilidad de entre 5.000 y 6.000 euros hasta fin de año.

La idea es acoger a los refugiados en casas parroquiales y viviendas que ofrezcan los vecinos en alquiler a un precio asequible y quedarían exentas del pago de impuestos municipales. Para el alojamiento en casas de la Iglesia desde la propia Mancomunidad ya se pusieron el viernes en contacto con los curas de Aliste para que dispongan las dos casas parroquiales existentes en San Vicente de la Cabeza y Trabazos. "Si el Obispado acepta y nos las ponen a disposición nosotros correríamos con los gastos de luz, agua o alimentación de las personas acogidas" precisa Javier Faúndez.

Los alcaldes han decido no incorporar en este red de alojamientos a los albergues "porque no queremos caer en situaciones de hacinamiento, queremos que las personas o familias que vengan vivan en condiciones dignas hasta que se encuentre una solución a este drama". En principio el plazo de acogida sería de un año. "Hay que pensar que se va a meter el invierno, en Centroeuropa es duro y deben buscarse soluciones cuanto antes".

El plan de acogida de la Mancomunidad tiene calado porque implica a la Iglesia, los municipios y servicios públicos como los comedores sociales de los pueblos. En estos centros, que habitualmente dan comidas a los mayores, se prestaría también servicio a los refugiados a través de acuerdos con los ayuntamientos "para que apliquen una tarifa más reducida". Y también se intentará la implicación de los vecinos, a los que se plantea la posibilidad de ofrecer viviendas "en condiciones dignas y con un alquiler reducido" precisa el presidente de la Mancomunidad. A cambio el Ayuntamiento les eximiría del pago de impuestos municipales.

El plan cuenta ya con una comisión de coordinación que en quince días pretende tener ya concretadas las plazas y alojamientos de los que dispone para la eventual acogida de los refugiados. Para ello, mañana se informará a la Subdelegación del Gobierno "para que cuando se concrete la llegada de las personas que cuenten con nuestro ofrecimiento".

Aunque no se sabe la respuesta social que tendrá este llamamiento, de entrada si el Obispado da el visto bueno, tanto la casa parroquial de Trabazos como la de San Vicente están libres y en condiciones para entrar a vivir. Se estima que en la primera podría alojarse dos familias y otras cuatro en San Vicente de la Cabeza. En ambos pueblos además hay comedor social con lo que la prestación sería completa.