El nuevo itinerario de la marcha cicloturista que organiza el Ayuntamiento como cierre a las actividades lúdicas del verano animó a unos 500 ciclistas que a media tarde recorrían los cerca de cinco kilómetros que unen Morales del Vino con su anejo Pontejos. En esta ocasión los problemas administrativos impidieron seguir el itinerario habitual por la carretera y la organización se vio obligada a utilizar uno alternativo, por un camino rural que une las dos localidades del Ayuntamiento. Fue en el caño de Pontejos donde los participantes recibieron un apetecible trozo de sandía que ayudó a aliviar el calor y el esfuerzo realizado antes de coger las bicis de nuevo para regresar a Morales del Vino y degustar un chocolate con churros.