La Guardia Civil de Zamora imputa a una persona como supuesta autora de un delito contra la flora, la fauna y maltrato animal tras hallar un perro atrapado en un cepo en una finca rústica situada en la carretera de Almaraz.

Los agentes tuvieron conocimiento del caso con la ayuda de la colaboración ciudadana y se trasladaron al lugar de los hechos donde comprobaron como a unos 25 metros de la carretera de Almaraz, en una tierra de labor, se encontraba un can atrapado en un cepo. La trampa se encontraba anclada al suelo mediante un hierro, impidiendo la movilidad del animal. Igualmente al lado de la temida trampa se encontraba, a modo de cebo, un “tostón” (cerdo recién nacido), en avanzado estado de descomposición. Esta técnica está prohibida causa un sufrimiento extremo a los animales que quedan atrapados, ya que al intentar huir, se producen graves heridas en las partes que quedan asidas por el cepo, llegan do en ocasiones a seccionarse algún miembro del cuerpo e incluso provocando la propia muerte. Este tipo de trampa es masiva y no selectiva, lo que puede originar daños a cualquier especie, no solo de caza, sino (como ha sido en esta ocasión), a otros animales domésticos.

Igualmente, al encontrarse semioculto entre los frutos que tenía la tierra de labor, supone un peligro para las personas que pudieran deambular por la zona, principalmente en esta época, cazadores. Sin pérdida de tiempo los componentes del Seprona liberaron al perro de su cautiverio, procediendo a retirar e incautar el cepo. In situ se realizaron las gestiones necesarias para la identificación del dueño del can, trasladándose la patrulla posteriormente al domicilio del mismo, haciéndole partícipe de los hechos y entregándole el animal para que pueda trasladarlo a un veterinario para ser curado de las heridas sufridas.

El Seprona de la Guardia Civil de Zamora, inició las correspondientes diligencias de investigación con la finalidad de averiguar e imputar a la persona que había colocado el cepo. Estas investigaciones dieron resultado positivo en la tarde del día 26 de agosto, procediendo a imputar al presunto autor de los hechos, un delito contra la flora, fauna y maltrato animal. Las diligencias instruidas y artes incautadas han sido puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Zamora.

El vigente Código Penal establece para este tipo de delitos pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses y, en cualquier caso, la de inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio de la caz a por tiempo de uno a tres años.