Las compañías aseguradoras que operan en Sanabria y Carballeda tramitan más de 500 partes anuales por accidentes con la fauna en las carreteras de la zona, que afectan a los conductores locales. La media supera el accidente diario con animales acostumbrados a pasar por las carreteras.

La delegada de Mapfre en El Puente y Puebla, Ana Sotillo Prada, gestiona entre 300 y 325 accidentes con animales. En estos momentos "el 90% de los daños se registran en los accidentes cinegéticos". Los conductores se enfrentan a "un riesgo alto" que supone que el 90% de los abonados de esta oficina hayan suscrito el seguro adición que cubre los daños de fauna, con un incremento en las pólizas de unos 25 euros, aunque Sotillo hace la salvedad de que depende del modelo de vehículo asegurado.

Una clienta de El Puente entra en la oficina de Ana Sotillo para efectuar un cambio de vehículo. La conductora relata que en su familia han sufrido varios accidentes, en uno de ellos su hija atropelló un jabalí, y un ciervo colisionó lateralmente con el vehículo que conducía su marido. El último accidente también fue con un jabalí. Sotillo asevera que "la gente tiene miedo y está muy concienciada del riesgo de accidentes con animales en estas carreteras".

José Morán Fernández contabiliza una media de dos partes semanales tramitados por la aseguradora Allianz -Rass, a la que representa como delegado en la zona de Sanabria. Los conductores se han visto obligados a ampliar sus pólizas "porque ahora no hay responsabilidad de los cotos". El aumento del coste del seguro es de entre un 10 y un 15%, entre 30 y 60 euros en vehículos de uso habitual. La Ley de seguridad vial responsabiliza al conductor "cuando no siempre el conductor es el responsable, en la mayoría de los casos es el que animal el que irrumpe en la calzada, aunque el conductor cumpla todas las normas y vaya a la velocidad adecuada que marca la vía".

Las administraciones tienen su parte de responsabilidad en mejorar la seguridad vial "con desbrozar los márgenes de las carreteras se evitarían muchos accidentes", señala Morán. Un ejemplo en la reducción de accidentes fue la limpieza de el tramo de la carretera El Puente-Sampil "estuvimos dos años sin dar partes de esta zona". La proliferación de la fauna ha ido en aumento hasta límites desconocidos; "hace dos años un ciervo grande saltó para entrar en una finca y tuvimos que sacarlo porque se quedó clavado en la verja".

La tramitación se ha agilizado, porque antes "tardábamos un año en cobrar cuando había que ir a juicio con los cotos y esperar la sentencia". Los únicos que han sacado ventaja de esta situación son los cotos que han visto caer en picado sus pólizas de responsabilidad Civil.

Los representantes de las aseguradoras coinciden en el trámite. Tras sufrir un percance con la fauna, lo prioritario es levantar el atestado para verificar que el causante del accidente es un animal, que no necesariamente ha muerto en la colisión, ya que se dan casos de choques en los que el animal huye herido pero deja rastros del impacto en la carrocería o en la carretera. El vehículo se lleva al taller para la peritación de los daños.

En uno de los talleres de Puebla de Sanabria recogen los vehículos accidentados, e incluso cuando han ido a recoger algún vehículo, la propia grúa se ha visto envuelta en un accidente en Asturianos con una cría de ciervo. Los mecánicos suscriben que "quién más accidentes pilla es el que más circula, o los carteros que son los primeros en salir a la carretera".

Los conductores locales son conscientes del riesgo de accidente, no así los conductores de las ciudades que no tienen animales en sus carreteras. La reacción es "de sorpresa". En una ocasión un conductor arrolló a tres jabalíes en la entrad de Otero de Sanabria, su sorpresa era mayúscula y exclamaba que "¡Cómo es posible!". Un impacto con un jabalí adulto ocasiona daños más cuantiosos "porque son como piedras, son capaces de torcer un chasis y dañar el motor" asevera el mecánico. Los ciervos ocasionados por un ciervo afectan más a la carrocería y la luna del cristal. El mecánico fue testigo del accidente ocurrido en la autovía A-52, en el término de Palacios, en el que un ciervo saltó desde el paso elevado a la mediana de la vía "y se estampó contra un coche". La Nacional 525 y el tramo de Otero de Sanabria es el más conflictivo incluida la entrada de la autovía. Otras dos zonas están señaladas por conductores, aseguradoras, gruistas y mecánicos, el tramo de Mombuey y la zona entre Cernadilla y San Salvador de Palazuelo. El accidente más aparatoso que contempló este profesional fue el de un BMW contra un jabalí que se empotró, literalmente, en el motor. Sacaron al animal del vehículo y la grúa retiró el vehículo. A los pocos días un fuerte olor emanaba del coche. En su interior quedaban vísceras del animal. Los accidentes más frecuentes son con ciervos, corzos y jabalíes, que en muchas ocasiones colisionan lateralmente con el coche que pasa en ese momento.

En otras ocasiones "caen del cielo" en los terraplenes. En una ocasión recogieron una furgoneta en Palacios de Sanabria a la que le cayó encima del capó un ciervo. "Con lobos hay pocos y son más listos" asegura el mecánico. En otro accidente, pero en Otero de Bodas, el animal entró de tal manera por el parabrisas que le arrancó el techo para atrás, como una lata de sardinas.

Ni los camiones se libran de estos accidentes "tienen menos daños pero, si se le mete el animal debajo, sí puede preparar una avería", precisa el entendido.

Hasta ocho pasos de fauna son visibles en la curva de Otero de Sanabria que cruzan de lado a lado de la carretera Nacional 525, una de las más peligrosas de la zona. El trasiego de animales es claro y notorio en la erosión del terreno por las zonas que cruza, con auténticas autopistas de tierra a ambos lados del asfalto. Otro de los gruistas de la zona, en esta ocasión de Castro, señala la Nacional 525 "como la más conflictiva la nacional 525 y la de Zamora, porque raro es el día que no hay un accidente". Los accidentes proliferan en primavera "y rara es la semana que no hay dos golpes en el tramo entre Otero de Sanabria y Requejo". El sistema de evitar al paso de animales "es complicado" opina el mecánico de Castro. Hay casos en que es difícil evitarlo y relata accidentes donde el animal colisiona y cae dentro del habitáculo de chapa. Achaca parte de los accidentes a la velocidad y compara los límites de velocidad con países como Canadá "donde circulan muy despacio". Una medida muy importante para la seguridad es "limpiar los márgenes de la carretera".

Desde hace unos 6 años, los conductores de la Sierra de la Culebra han probado con unos dispositivos ahuyentadores de fauna que se accionan a partir de los 50 kilómetros hora. Una de las personas de Villanueva de Valrojo, de los primeros en instalarlos, no tiene una verificación 100% de su efectividad pero constata que "se han dado casos de venir el ciervo corriendo por la Sierra, pararse y retroceder".

Rafael Román Pires tramita un 20% de accidentes relacionados con la fauna, unos 40 anualmente, desde su oficina de Mapfre en Camarzana de Tera que atiende a clientes de núcleos cono Villardeciervos, Camarzana de Tera, Ferreras de Arriba y Ferreras de Abajo, Val de Santa María y Otero de Bodas. La Nacional 525, desde Mombuey hasta Puebla, es un problema por los animales, pero también las carreteras de la Sierra de la Culebra por los accidentes con jabalí y ciervo. En su caso constata que la limpieza de carreteras es fundamental para prevenir accidentes con la fauna.

En el caso de Teresa Andrés Lorenzo la mayor parte de los accidentes que tramita desde Mapfre- Mombuey se producen entre Camarzana de Tera y Asturianos. Al ser una oficina pequeña tramita una media de 12 partes al año, un 20% de su volumen anual total.