Un vecino de Galende presentó el lunes una denuncia ante el registro municipal por las deficiencias en el funcionamiento de la depuradora del pueblo, bajo la competencia de la empresa pública Somacyl. La reclamación se cursó aportando todas las explicaciones del mal funcionamiento y un detallado croquis de la canalización a la EDAR y las dos salidas, una de ellas un bypass por debajo del molino en el río Tera, que atraviesa una finca privada, y la segunda por debajo del desagüe de la depuradora, fuera del recinto de la estación depuradora.

La pasada semana el colector vertió aguas directamente al río Tera como corroboraba el denunciante y un segundo vecino desde la última arqueta antes de la depuradora. El lunes, una vez formulada la denuncia, no se registraron nuevos vertidos.

La salida de aguas residuales al río atravesando una finca, por debajo del puente cercano al molino, pertenecía al último tramo del colector antiguo, que en teoría debía haberse anulado cuando se prolongó el colector hasta la depuradora. En lugar de sellarse ese trozo de tubería directo al cauce, los vecinos denuncian que se utiliza con mucha frecuencia cada vez que se registra o la falta de funcionamiento de la depuradora o un excesivo aporte a la EDAR. El mecanismo es sencillo, con una chapa o similar se corta el aporte a la tubería principal que, en un ángulo de 90 grados, hace retroceder al agua a la canalización antigua y que se puede apreciar en la tapa de registro del colector. El denunciante criticaba que ese tramo no estuviera ya clausurado. El olor en las inmediaciones del molino y el puente era más que evidente el pasado lunes, además del rastro del paso reciente de las aguas fecales por el viejo caño.

La red principal desemboca en la Estación Depuradora con indicios de que funciona plenamente, pero hace unos años se realizaron unas obras que han dejaron como resultado un segundo desagüe que parte del recinto de la depuradora y desciende una decena de metros aguas abajo. En este punto también se registra un fuerte olor y la presencia de aguas turbias.

Aunque la denuncia se ha presentado ante la Alcaldía, desde la firma del convenio con la Junta de Castilla y León, la encomienda de la gestión de las depuradoras corresponde desde abril del pasado año a la empresa pública Somacyl.