El avistamiento de lobos en la Reserva Regional de Caza de La Culebra está una hazaña complicada no solo por la naturaleza del predador, si éste anda a su libre instinto y no sometido a las añagazas, sino por el control que se ejerce sobre el uso y el paso por las pistas del espacio protegido. J. L. O., un zaragozano residente en Barcelona, tuvo ayer un día nefasto que le llevó a interponer una denuncia en el puesto de la Guardia Civil de Villardeciervos "por haber tenido un altercado con dos celadores" de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de La Culebra. Los presuntos hechos ocurrieron pasadas las 8,30 horas de la mañana en una pista forestal de Villardeciervos, a donde había acudido J. L. O. nada más llegar, tras toda la noche al volante, para tratar de observar algún lobo. Según narra, había viajado desde Barcelona, atraído por la fama de La Culebra en el avistamiento de lobos. "Llegué, aparqué en una pista y, lo típico: voy a dar un paseíto y, si tengo suerte, a lo mejor consigo ver algún lobo", se dijo. Pero lo que se encontró fue a unos celadores y "una situación desagradable y violenta, que no me dejaban ni hablar". En la diligencia del atestado se recoge que "se encontraba aparcado con su vehículo, un furgón vivienda, en una pista forestal de ámbito público, entre Villardeciervos y Boya, cuando se personaron dos celadores que, sin mediar conversación y de muy malos modos, le han dicho que iban a denunciarle por encontrarse pernoctando y obstaculizando un cortafuegos". Un hecho que el denunciante califica de "falso porque llegué de viaje a las 7.00 horas y no obstaculizaba el paso". También pone de manifiesto que "le insistieron en que abriese el vehículo para inspeccionarlo" a lo que se negó por ser un furgón vivienda y necesitan la autorización de un juez". Además, afirma que pidió a los celadores que se identificaran "pero se negaron". Con la denuncia quiere "dejar constancia de lo acontecido".