Productos "buenos, justos y limpios". Es la proclama del movimiento internacional "slow food" con la que se sienten identificados los 24 estudiantes del máster internacional "Food Culture and Communications" que visitaban en la tercera jornada de su ruta por la provincia de Zamora cuatro iniciativas ecológicas instaladas en la comarca del Vino merced a la colaboración de este movimiento, con conciencia alimentaria, y el proyecto kilómetro 0 Ciudad de Zamora que desarrolla el CIFP (Centro Integrado de Formación Profesional). La idea era conocer la materia prima con la que trabajan pequeños productores de orgánico y biológico por un itinerario que comenzaba en Villamor de los Escuderos, en los viñedos de la microbodega Alumbro que lleva tres años envasando vino en ecológico. Una producción de diez mil litros anuales de vino elaborado con variedades tempranillo, cavernet sauvignon, godello, verdejo y albillo. Una microbodega, Eco, que elabora vinos naturales marcando diferencias entre los cultivares tradicionales y las nuevas plantaciones de la globalización. "En este mercado ha llegado la sobresaturación y estamos padeciendo problemas tan fastidiados como la yesca, porque en vez de plantar entre 900 y 950 cepas por hectárea se llegan a poner 1.900 con lo cual la planta está débil y es cuando le afecta esta enfermedad, pues la cepas de viñedo viejo aguantan mucho mejor", explicaban responsables de la bodega durante la visita al viñedo en Villamor de los Escuderos. Abogan por volver a las prácticas de la vieja usanza, que "es lo que hace la viña sostenible".

Belén Fernández, jefa del departamento de hostelería y turismo del CIFP, servía de guía a un grupo que rompía con todas las barreras del idioma interesándose vivamente con todo lo relacionado con el desarrollo y producción artesana.

"¿Por qué el chocolate blanco tiene ese color?" era la primera pregunta que lanzaba a los visitantes el artesano de Tierra Dulce, en la degustación que se realizaba en Moraleja del Vino. "Es la manteca del cacao". Los estudiantes conocían muy bien la respuesta, como otras cuestiones planteadas en conferencia y degustación de una cata abierta que empezaba por las pepitas de cacao blancas, para continuar con las de chocolate con leche y chocolate negro. "En el chocolate industrial se puede llegar a sustituir la grasa de cacao y poner otro tipo de grasas vegetales hasta en un 60%, por cuestión económica". Una manteca que según explicaban ayer ha incrementado el precio en los últimos años porque los japoneses la utilizan para la industria farmacéutica. Por último, estudiantes y organizadores llegaban a Venialbo para visitar la granja ecológica de pollos El Espolón, que lleva es la primera explotación de avicultura ecológica. En esta localidad tuvo lugar la comida, teniendo como plato principal pollo eco, productos zamoranos con marca de calidad y chocolates Tierra Dulce. La visita a la bodega Volvoreta de Sanzoles cerró la jornada para alumnos procedentes de distintos lugares, del mundo, como Estados Unidos, Japón, Italia o Ecuador Hoy las visitas continúan a la fábrica de harinas Gabino Bobo, al molino de piedra tradicional de Cerecinos de Campos y las lagunas de Villafáfila.