El Ayuntamiento de Madridanos ha nombrado hija adoptiva del pueblo a Ascensión Macías Manteca, una de las "más insignes descendientes de la localidad", nacida y residente en Argentina, quien recibía el verano de 2014, el reconocimiento del Consejo Superior de la Universidad Nacional de San Juan por su labor al frente del Instituto de Investigación en Educación en las Ciencias Experimentales, que dirigió durante 30 años y que ahora lleva su nombre, además de trabajar en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, en la Universidad y en diversos ámbitos educativos nacionales e internacionales.

La noticia se la daba el propio alcalde, Ángel Sánchez Hidalgo durante el emotivo e intenso acto que gracias a las nuevas tecnologías y mediante skype se realizaba en la sala de plenos del Ayuntamiento. Ascensión Macías pudo seguir en directo el homenaje que le rendían cerca de 25 parientes que residen en la localidad y llegados de Madrid, "Ingrid y los chicos te mandan muchísimos cariños".

El nombramiento no deja de ser un reconocimiento tanto a la labor de la docente como al detalle que ha tenido la Universidad de San Juan, que remitió el pasado noviembre una placa al Ayuntamiento poniendo en valor la labor realizada por los padres naturales de la magister nacidos en este pueblo, en el que aún se conserva la vivienda familiar que los lugareños conocen como La casa Silva entre Madridanos y Villalazán donde arranca el hilo de esta familia como ayer recordaban autoridades y parientes

En 1928 se casan en la iglesia de San Esteban de Madridanos Aristónico Macías Laperal y Cristina Manteca Gaita. No eran buenos tiempos, preludio de la gran depresión del 29 y Aristónico y Cristina partieron en busca de un porvenir mejor, con la idea de regresar en cuatro años, tras hacerse con unos ahorros.

Allá se encontrarían con sus tíos abuelos Bernardina y Rufino, que ya residían en la ciudad de San Juan. Una vez en Argentina la pareja cambió su oficio de agricultores por el de comerciantes y tienen tres hijos, dos de ellos, Ascensión y Juan Manuel, a día de hoy, vivos. En 1937 nace Ascensión. Para entonces la Guerra Civil primero y la II Guerra Mundial después reducen las aspiraciones de regresar a España para asentarse laboralmente.

Ascensión es buena estudiante y accede a los estudios superiores compaginando la docencia con la investigación en pedagogía y llega a profesora de universidad, donde, con otros compañeros pone en marcha un Gabinete que posteriormente, en 1988, se convirtió en Instituto de Investigación en Educación en las Ciencias Experimentales (IIECE). Ascensión dirige este Instituto hasta su jubilación en septiembre de 2012.

En paralelo con su desarrollo profesional, Ascensión, mantiene viva la relación con el pueblo, y recorre 12.000 kilómetros cada cuatro años desde su primer viaje en 1972. Fiel amante de las tradiciones de la zona que alumbraron a sus progenitores realiza su particular álbum de fotos, para mostrar a los suyos de vuelta, retratos que le sirven para mantener viva su ligazón con la familia asentada en España. Durante el acto, muchas de estas instantáneas daban fe del pasado y presente del pueblo así como del crecimiento del clan familiar y del calendario festivo con la cita a la patrona de la comarca, Virgen del Aviso, el primer lunes de Pentecostés.

Entre lagrimas y emoción contenida se comunicaban los familiares con la homenajeada que aparecía en la pantalla con gesto de felicidad y agradeciendo en todo momento el reconocimiento que le brindaban. "Hagan fotos y rápido al whatsapp", pedía con urgencia la descendiente de Madridanos.

"Allí donde habite un zamorano habrá una Zamora que perviva, en el corazón y en la memoria. Esta evidencia tejida con jirones de las cicatrices de decenas de miles de emigrantes que se dejaron la piel en el intento de conquistar otros mundos y otras tierras, que abandonaron la suya natal con lágrimas en los ojos y el deseo rotundo de un próspero regreso, tan pocas veces cumplido?" comenta Ascensión en el libro de Juan Andrés Blanco "De Zamora a Río de la Plata".