La parroquia de la Virgen de la Asunción de Alcañices ha hallado entre sus pertenencias, según asegura su párroco Héctor Galán Calvo, una histórica reliquia del "Lignum Crucis" (Madera de la Cruz). Es uno de los reliquiarios más importantes dentro del cristianismo, que se refiere al madero supuestamente utilizado por los romanos para crucificar a Jesús de Nazaret. Lo que podría ser un hito histórico y de fe para los devotos alcañizanos y alistanos llega acompañado de malestar y discrepancias que amenazan con enfrentar a los feligreses con su propio cura y arcipreste de Aliste. A muchos vecinos, según lo reconocen en público, no les ha gustado las maneras del sacerdote de llevar y gestionar el asunto.

Héctor Galán Calvo, encontró la reliquia, así lo ha reconocido a este periódico, por casualidad y lo primero que hizo fue cortar un trozo del madero de Cristo y entregarlo a una cofradía de Zamora, que ya desfiló con el en las procesiones de la Semana Santa, antes incluso que los alistanos supieran del hallazgo de la santa reliquia en la villa.

Pasado el Domingo de Pascua el sacerdote anunció desde el púlpito a su feligreses el histórico hallazgo, motivo inicial de alborozo para los alcañizanos. La alegría dio paso a las malas caras cuando acto seguido les anunció que, por su cuenta y riesgo, y sin consultarlo con nadie del pueblo, había abierto el reliquiario cristiano y partido un trozo del Lignum Crucis, dándoselo a una hermandad penitencia de Zamora, que a su vez hizo otra reliquia y ya desfiló con ella la pasada Semana Santa.

Los devotos se muestran "muy contrariados" de que se partiera el Lignum Crucis, pero lo que más a encrespado los ánimos es que se diera a otros sin siquiera consultarlo con los alcañizanos, que se consideran dueños de la reliquia.

Uno de los Lignum Crucis más conocidos en España es el del monasterio de Santo Toribio de Liébana. En este caso el leño fue objeto de un análisis científico que determinó que "la especie botánica de la madera es cupressus serpervivens, tratándose de una madera extraordinariamente vieja y que nada se opone a que alcance la edad pretendida". El de Liébana es considerado el trozo más grande que perdura hasta nuestros días de la supuesta Cruz de Cristo. El madero donde fue crucificado Jesús de Nazaret habría sido hallado en su visita a Jerusalén por parte de Elena, madre del Emperador Constantino, tras el Concilio de Nicea, entre los años 325 y 327. Otra de las teorías es que tras caer en manos de los musulmanes, por el 638, fue recuperada por los cruzados y luego se encomendó su custodia a la Orden del Temple: los templarios estuvieron asentados en Alcañices y en el Castillo de Alba de Aliste y existe constancia de varios de ellos en las cruzadas y en Jerusalén.

Héctor Galande se encargó d de desmentir en misa los ecos de un posible traslado. No obstante al propio cura comentó en la villa a un conocido que "probablemente su próximo destino sería la zona de Benavente".