La comarca de Aliste es un auténtico paraíso para la producción de miel de alta calidad gracias a la flora de su ecosistema de sierras y riberas. Según los apicultores destacan las flores de brezo (urces), lavanda, tomillo, escobas, jaras y castaños, con especial predilección para la melaza de las encinas y robles: esta última propicia una miel más negra muy apreciada en países como Alemania.

La Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León reguló en 2008 el Registro de explotaciones apícolas y el movimiento de colmenas donde se establecieron las categorías de "trashumante", para las que se desplazan a otros asentamientos a lo largo del año, y "estantes", que permanece en un mismo lugar. Se cataloga como "profesional" con 150 colmenas o más. Las de "autoconsumo" tendrán un máximo de 15 colmenas y sus productos se destinarán exclusivamente al consumo familiar. La normativa prohibe la instalación de un colmenar a menos de 400 metros de establecimientos de carácter público, límites de centros urbanos y núcleos de población. Tampoco se podrán ubicar a menos de 100 metros de viviendas rurales, 200 de carreteras nacionales, 50 de comarcales y 25 de caminos vecinales. Los apicultores que realicen la trashumancia deberán comunicar a la Unidad Veterinaria donde se haya inscrito la explotación, en origen, con una antelación mínima de una semana sobre la fecha de comienzo del primer movimiento de colmenas y el programa de traslados previsto para los tres meses siguientes.